Tras la derrota electoral, empieza a crujir la convivencia entre Cristina y los jefes del PJ territorial

Tras la derrota electoral, empieza a crujir la convivencia entre Cristina y los jefes del PJ territorial

Asoman tensiones por la futura jefatura del PJ bonaerense, el armado legislativo y la postura ante Vidal. Los movimientos de Duhalde y de Randazzo.

Sin tregua, la sociedad política entre Cristina Kirchner y el PJ territorial bonaerense entrará en un proceso de convivencia crítica. Pasó la elección, la derrota fue peor a la esperada y aparecen, por delante, un menú de urgencias.

Como regido por leyes de la Física, el peronismo reacciona a un Principio político: a la unidad electoral -aun parcial- detrás de la figura más taquillera, le sigue una temporada de tensiones y pases de factura.

Eso comenzará este atardecer cuando se reúna la cúpula del PJ bonaerense para ponerle fecha a la interna partidaria. La cumbre será unas horas después de que la ex presidente desfile, otra vez, por Comodoro Py.

En la agenda de Cristina no figura, dicen a su lado, la cuestión del PJ pero los intendentes K y La Cámpora quieren pulsear. Fernando Espinoza, jefe del partido -la licencia que pidió para ser candidato de Unidad Ciudadana termina hoy- anota en su ajedrez una bendición de la ex presidente.

Enfrente, sin ser homogéneo, se aglutina un bloque de intendentes: Martín Insaurralde, Gustavo Menéndez, Fernando Gray, Ariel Sujarchuk, Leo Nardini y Mariano Cascallares, ganadores del 22-O en el conurbano, que suman caciques del interior.

 

Un deja vú del 2016 cuando brotaron grupos -el Esmeralda, el Fenix, El Establo- para repartirse el territorio del postkirchnerismo. Esa pulsión duró hasta que Cristina los llamó al Instituto Patria.

"Ella va a opinar sobre quien vaya al PJ", dicen a Clarín cerca de la ex presidente. En Matanza dan por hecho que respaldará a Espinoza que confirmó que irá por su reelección. "Magario no es candidata al partido: el candidato de Matanza es Espinoza", cortan los matanceros el hilo que propone una triunviro entre la intendente, Insaurralde y Menéndez.

La elección se fijará para el 17 de diciembre pero el sector de Espinoza cree oportuno patear la votación para el año que viene. El otro club quiere cumplir el cronograma sin demoras.

Al margen, con nostalgia y casi en soledad, Eduardo Duhalde quiere presidir el partido donde su palabra fue santa hasta 2005. Caciques como Mario Ishii pueden agregar pólvora.

Pero la disputa por el PJ, del que Cristina se desentendió cuando inscribió Unidad Ciudadana y al anunciar que UCR "llegó para quedarse", no es la única que enturbia su relación con los alcaldes.

En diciembre, se definen autoridades en el Parlamento provincial y los bloques. Los intendentes, algunos con más énfasis que otros, pretenden crear bancadas propias que respondan a sus directivas.

Ahí juega, sin disimulo, la gobernación que apuesta a que la fractura actual el PJ -en diputados de la provincia hay tres bloques- subsista. Los alcaldes necesitan, o prefieren, acordar con María Eugenia Vidal mientras Cristina impulsa una oposición sin cuartel.

Esa grieta interperonista se hará visible en estas semanas cuando Cambiemos ponga en debate el presupuesto 2018, un asunto hipersensible para los alcaldes que quieren negociar fondos y obras. La cruzada anti endeudamiento de la ex presidente, inhibe a sus legisladores a votar cualquier proyecto PRO.

Cristina Alvarez Rodríguez, y el apoderado Jorge Landau, cursaron invitaciones a todos los consejeros, entre ellos Florencio Randazzo, Eduardo "Bali" Bucca, Julián Domínguez, Oscar Romero, Diego Bossio y, entre otros de los que no integran el scrum K en esta elección, Juan Manuel Abal Medina.

Antes de la cumbre, Randazzo se reunirá con sus aliados para evaluar si participan de la juntada. Formalmente, el ex ministro fue el candidato del PJ y orejea cómo moverse, y a qué velocidad, en relación al partido en medio del bombardeo que acusa a Cumplir de haber sido funcional al triunfo de Cambiemos.

El mismo karma persigue a Sergio Massa, que coquetea con un regreso al PJ pero ve improbable compartir paragüas con los K más duros.

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