Triaca prometió a la CGT que habrá gradualismo en los cambios laborales

Triaca prometió a la CGT que habrá gradualismo en los cambios laborales

Fue el primer encuentro tras la victoria electoral de Cambiemos. Reforma tributaria, laboral, política y educativa serán los ejes del llamado de Macri al acuerdo nacional

 

Consenso y gradualidad. Ese fue el compromiso que el Gobierno transmitió ayer a la conducción de la CGT sobre el sentido del paquete integral de reformas, que incluye un capítulo laboral específico, que el próximo lunes anunciará el presidente Mauricio Macri ante representantes de todos los sectores políticos, económicos y sociales. Apenas dos días después de la contundente victoria electoral del domingo, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, recibieron ayer a la primera línea de la central obrera, rechazaron cualquier intención del Gobierno de ir a fondo con una reforma laboral similar a la sancionada en Brasil y ratificaron la voluntad de avanzar sobre los ejes que previo a los comicios habían comenzado a discutir con el sindicalismo: un amplio blanqueo laboral por ley para reducir los niveles de informalidad, programas de capacitación y la inclusión en los convenios colectivos de las llamadas prácticas formativas o pasantías. "Al Gobierno no lo vimos ni más rígido ni más flexible tras el triunfo electoral. Diría que hasta se mantuvo en el mismo tono que antes de las elecciones", aseguró Juan Carlos Schmid, uno de los miembros del triunvirato cegetista, al término de la reunión que el grupo de gremialistas definió como "positiva y distendida".

Otro dirigente ironizó en la misma línea: "Ni nos corrieron la cancha, ni vinieron con nada raro", aunque pidió esperar a conocer en detalle los borradores de los proyectos que la Casa Rosada pretende consensuar con los sindicatos y el sector empresario.

 

 

Esa letra fina recién se difundirá tras el lanzamiento del acuerdo nacional que el presidente Mauricio Macri hará el lunes ante un pleno de gobernadores, legisladores, sindicalistas, empresarios y jueces. Según el anticipo que ofrecieron ayer Triaca y Quintana a la CGT, en ese encuentro Macri oficializará los cuatro desafíos centrales a los que se abocará su gestión en los próximos meses y en los que aspira a sumar el respaldo del grueso de los sectores políticos, económicos y sociales: la reforma tributaria, los cambios en el capítulo laboral, la reforma política y la educación.

 

 

"Son los temas que pretenden apuntalar antes de fin de año y con el envión de la elección, es algo lógico", razonó otro de los gremialistas sobre los objetivos presidenciales. A su vez, el triunviro Hector Daer, interpretó ante El Cronista que el sentido político del diálogo de ayer con los dos funcionarios se enmarca en una especie de entendimiento mutuo: "Ellos (por el Gobierno) ganan en tranquilidad para poner en marcha sus proyectos, y nosotros podremos surfear esta ola amarilla sin mayores sobresaltos".

 

 

Ese análisis estará sujeto al contenido concreto de los cambios laborales que se negociarán durante las próximas semanas. En el apartado específico del blanqueo laboral, en la central obrera confían en que se imponga el criterio de una amplia condonación de deudas para aquellos empleadores que registren a su personal y que se reconozca a esos trabajadores un período de aportes a la seguridad social (se menciona de 3 a 5 años) y las mismas condiciones laborales que los empleados en blanco, como el caso de las indemnizaciones. "Nuestro límite es la ley de contrato de trabajo, eso es innegociable", advirtieron.

 

 

Además del trío de conducción que componen Schmid, Daer y Carlos Acuña, del encuentro con los funcionarios en la sede de la cartera laboral también participaron los dirigentes Andrés Rodríguez (UPCN), Jose Luis Lingieri (Obras Sanitarias), Armando Cavalieri (Comercio), Omar Maturano (La Fraternidad) y Francisco Gutierrez (UOM).

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