A pesar de que desde la entrada en vigencia de la ley que regulariza la situación del empleo doméstico se ha duplicado la cantidad de trabajadoras registradas, se estima que todavía unas 600 mil permanecen en negro.

El propio ministro de Trabajo, Carlos Tomada, informó que desde que se promulgó la ley para las empleadas domésticas "se ha más que duplicado la cantidad de trabajadoras registradas en el sector".

El funcionario precisó que "pasaron de unas 220.000 en el primer año de vigencia de la ley, a cerca de 475.000 en marzo de 2015", aproximadamente un 10% de las cuales se desempeña bajo la modalidad sin retiro.

Pero según datos de la cartera laboral, unas 600.000 empleadas domésticas aún trabajan en negro, de las cuales alrededor del 30% proviene de países limítrofes.

Entre las causas que alientan la informalidad en este sector, los especialistas mencionan las diversas modalidades de fraude laboral, entre las cuales una de las más comunes es encuadrar a los cuidadores de ancianos, niños y enfermos como si no pertenecieran a este segmento.

Según Carlos Brassesco, apoderado legal del Sindicato del Personal Auxiliar de Casas Particulares (UPACP), estos trabajadores se encuentran incluidos obligatoriamente en el régimen de la ley cuando desarrollan estas tareas en una casa de familia.

El letrado aclaró que se trata de personal que realiza tareas no terapéuticas, porque en este caso sí deben ser considerados fuera del régimen del empleo doméstico.

"Al trabajar en un domicilio particular, no son autónomos, monotributistas ni pueden ser encuadrados en otra estructura sindical. No deben confundirse con enfermeros o profesionales de la salud. El cuidador terapéutico está excluido de dicha normativa", afirmó Brassesco.

La ley Nº 26.844 que establece el contrato de Trabajo para el Personal de Casas Particulares rige desde marzo de 2013 al determinar los deberes y derechos de empleados y empleadores.

La normativa establece que los trabajadores que esta cobija cuentan con cobertura por accidentes y enfermedades laborales, obra social, acceso al Régimen Jubilatorio y todos los beneficios que brinda el U.P.A.C.P. Entre ellos, asesoramiento legal y previsional, turismo social, cursos de capacitación de Cuidado y Atención del Adulto Mayor y la Persona con Enfermedad, que posibilita el trabajo profesionalizado de Cuidado de Personas, en cualquiera de las etapas de su vida.