La unidad de la CGT volvió a quedar en un horizonte lejano

La unidad de la CGT volvió a quedar en un horizonte lejano

Reunión en Olivos le baja el precio a acuerdos mínimos; los gremios combativos vuelven a deliberar. En clave papal, pero al revés: “Les pedimos que no hagan lío”, fue la consigna

 

La estrategía para "sustentar" a la conducción de Azopardo y caminar rumbo a la unidad no superó las 24 horas. El viernes tuvo banquinazos y sumó desencantos tras el encuentro de la mesa chica y asociados en Olivos. El tópico más destacado expresado por el Gobierno fue en modo papa Francisco, pero en contracara: "Les pedimos que no hagan lío", palabras más palabras menos, solicitaron los funcionarios anfitriones a la dirigencia sindical mientras que el FMI ya está armando las valijas para una nueva visita no turística al país.

Lo que resta del año viene complicado y la Casa Rosada lo sabe. En paralelo y simultáneo desde el sector combativo que conforman el moyanismo, la Corriente Federal (CFT), Smata y referentes de la UOM lamentaron la secuencia cegetista. El bloque crítico deliberará mañana en la sede de APLA, el sindicato de pilotos al mando de Pablo Biró. Como informó BAE Negocios, ese bloque considera que la reunión preparatoria para el plenario de secretarios generales, el 29 en la Unión Ferroviaria, no incluye a Camioneros y Moyano. "Por este camino se puede llegar a destinos varios, pero nunca a la unidad", resumió una fuente afín al también presidente de Independiente a este diario. Ausente en la comitiva que visitó Olivos, el triunviro Juan Schmid remarcó la cancha desde Twitter: "Días convulsionados los de nuestra Argentina. La CGT acudió a llamado de Olivos, sin angustia ni desesperación, sí preocupados por ausencia de señales concretas. Que quede claro, no permitiremos que los trabajadores sean la variable de ajuste de ningún plan económico".

El clásico precepto sindical de regresar de la Casa Rosada y Olivos "con algo" no se cumplió la semana pasada. Con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el titular de Trabajo, Jorge Triaca, como anfitriones, la delegación de Azopardo apenas se trajo una explicación respecto del fenómeno de la lira en Turquía, una promesa que el escándalo de los cuadernos no afectará a la obra pública y en modo "medias tintas" que no se avanzará con la reforma laboral. Empero, el parate en la construcción ya estaba definido antes del acuerdo con el FMI y reforzado con la nueva toma de deuda, como también que la reforma laboral, se está dando en el terreno de los hechos más allá del papeleo, como coinciden varios economistas entre ellos Carlos Heller que se lo remarcó a este medio cuando el avance contra los sindicatos ocupaba títulos de portada.

Además de Peña y Triaca, en la reunión de Olivos participaron el vicejefe de Gabinete Mario Quintana y el secretario general de la presidencia. Fernando De Andreis. "Nos quedó claro que quisieron blindarlo a Triaca", repasó otro dirigente que asistió la quinta presidencial. En la previa al encuentro de los combativos en el barrio porteño de Almagro, desde esa vereda hay sindicatos dispuestos a ponerse espalda contra espalda si cualquier "anomia" se agrega a la política de "disciplinamiento" político, legislativo y judicial que le atribuyen esas organizaciones sindicales a Cambiemos. "Ni siquiera alcanza que hayan homologado la paritaria de Camioneros o la tregua hasta el martes 21 por el tema de la multa", advierten dirigentes que aconsejan no bajar la guardia.

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