Se urbanizan los barrios nuevos del otro lado de la 226

Se urbanizan los barrios nuevos del otro lado de la 226

A principios de los 2000 nos asombrábamos con la velocidad en que creía la urbanización detrás a la avenida Tres de Febrero. Antiguos barrios como Casariego y Melitona, que no tenían más de tres cuadras de extensión detrás de la mencionada avenida de circunvalación comenzaron a expandirse hacia la ruta 226 con el acompañamiento de los servicios, el más visible, claro, el pavimento, porque es la frutilla del postre; pero por debajo de él las cloacas, los desagües, el gas, etc.

Con esa barriada ya casi urbanizada en su totalidad, con 7 cuadras pavimentadas de la Alberti, por ejemplo, hacia la ruta 226, no había mucho más pavimento que tirar por este lado de la ciudad (todavía quedan varias cuadras). Y la urbanización pasó la ruta para el lado del cementerio, algo inimaginado varios años atrás, y hubo que acompañar los loteos con los servicios.

En reiteradas ocasiones hemos escuchado que Bolívar crece sin rumbo, hacia un costado y hacia el otro, sobre todo hacia el norte y el sur, con loteos que se hacen lejos de los servicios y luego hay que llevarlos, con lo que eso conlleva para el municipio, que debe afrontar gastos que muchas veces los frentistas no acompañan. Quizás este no sea el caso del barrio que se ubica detrás de Barrio Banco Provincia y Barrio Calfucurá, y por delante de La Ganadera, ese de casas costosas que muchos denominan “La Adela”.

Es casi seguro que los frentistas de esos barrios van a hacer frente al pago de lo que sea necesario para tener los servicios, y el pavimento, escencial aunque controvertido en algunos momentos por los amantes de las calles arenosas en esa zona, urbaniza como nada. Ha sido mucho el hormigón que el municipio ha volcado en las prolongaciones de Las Heras y Alvear, más las perpendiculares Colorados del Monte, Quinta Caballería, Coronel Heredia y Cacique Sayhueque, entre otras.

Así como nos asombrábamos hace casi 20 años con el crecimiento de Casariego y Melitona a la vera de la histórica planta urbana, hoy llama la atención cómo crece en viviendas y en expansión de servicios un sector que, como siga creciendo de esa manera, pasará a ser parte de un “pueblo nuevo” y requerirá de otros servicios, ya no tan dependientes del municipio, como un banco, un supermercado de talla, descentralización de servicios, etc.

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