El efecto post congelamiento no tardó en reflejarse en las estadísticas de Vaca Muerta y, acorde al último informe, el ritmo de punciones en noviembre creció más de un 72% respecto a octubre cuando se registró el nivel más bajo en casi dos años. Sin embargo, para tener un parámetro más real aún no se alcanzó la actividad que tenía la formación antes del decreto en agosto, por lo que acodere a los datos del mes pasado, aún hay un 20% de atraso en al actividad.

Los datos aportados por la compañía NCS Multistage muestran que en el mes que caducó el Decreto de Necesidad y Urgencia 566, con el que se congeló el precio del barril y de los combustibles, las etapas de fractura alcanzaron las 537. 

Este valor significa que, además de octubre, se superaron las etapas alcanzadas en septiembre que fueron 508. Sin embargo, no se alcanzaron las 676 etapas de fractura que se registraron en agosto, antes de que la administración de Mauricio Macri instaurara el DNU. 

Si bien el registro se ubicó por debajo de lo logrado en varios meses del año, es un buen signo de vitalidad en la industria hidrocarburífera nacional luego de los meses negros de incertidumbre, intervención de mercado sumada a la crisis macroeconómica nacional y a otros factores propios de la industria.  

Los datos también muestran que tanto Pan American Energy, Pampa Energía, Total Austral, Shell Argentina e YPF fueron las compañías que tuvieron más trabajos el mes pasado. Como siempre sucede fue la petrolera de Bandera la que mostró mayor actividad en la formación al realizar más de 280 etapas. PAE, Total y Shell mostraron un nivel similar mientras que Pampa fue la que menos punciones realizó. 

Por el lado de las empresas de servicio, lo que muestran los datos es que Halliburton y Baker Hughes fueron las dos compañías que tuvieron el mayor nivel de actividad en noviembre. Muy por debajo se ubicó Schlumberger y Calfrac, mientras que Weatherford no registró movimiento alguno. Estos datos coinciden con los despidos que circularon la semana pasada en Vaca Muerta.  

Según el gremio de Petroleros Privados por la caída en la actividad se vio una baja de 15 torres de perforación, la salida de varios sets de fractura del país y la suspensión, despido y retiros voluntarios de aproximadamente 1.500 trabajadores.