"No vamos a permitir que quieran esclavizarnos"

Carlos Acuña. Secretario General de la CGT. Integrante del triunvirato.

Las columnas grises de concreto que sostendrán el hotel Simplemente Evita, que el gremio de empleados de estaciones de servicio construye en la localidad balnearia de San Bernardo, son el testigo mudo del encuentro de Clarín con el titular de ese sindicato y uno de los tres secretarios generales de la CGT, Carlos Acuña.

La vida de este dirigente de 64 años es un ejemplo de épocas de movilidad social ascendente: no terminó sus estudios y a los 12 salió a ganarla calle como canillita (a partir de 1984 lo haría como vocal del gremio). Para los 18 trabajaría en las playas de estacionamiento de la 9 de Julio y haciendo changas en estaciones de servicio. Este viaje al pasado lo condensa en la canción que tiene de ringtone en su celular: Cafetín de Buenos Aires. Es la que dice: "De chiquilín te miraba de afuera / como esas cosas que nunca se alcanzan...". "Ese era yo, la miraba de afuera", recuerda hoy.

- ¿Se puede ser dirigente gremial y no ser peronista?

- Son dos cosas distintas: yo al compañero no le pregunto de qué partido es sino que yo quiero que sea dignificado. Es el modelo sindical creado por el General y me representa.

- Mirando cierta pasividad del movimiento sindical durante el cristinismo toma relevancia el dicho de que la CGT es más dura con un gobierno no peronista...

- No es así. El movimiento obrero está más allá de los colores políticos. Nosotros queremos que al Gobierno le vaya bien para que le vaya bien a los argentinos, pero ellos no se dejan ayudar. Muchos compañeros y yo rechazamos el atropello de Alfonsín cuando quiso cambiar el modelo sindical, como también lo hicimos contra la precarización de Menem y Cavallo; lo mismo con Kirchner cuando retuvo el Fondo Solidario.

La CGT se unificó en 2016 luego de años desencuentros: Acuña destaca a los líderes "Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y Antonio Caló que declinaron todo tipo de aspiraciones personales en nombre de la unidad de la CGT", lo que devino en una conducción colegiada. La encabezan el propio Acuña, Héctor Daer -a quien define como "un técnico que sabe de cuestiones complejas"-yJuan Carlos Schmid, del que dice que “entiende de política gremial e internacional”. Promete triunvirato por cuatro años más ante las especulaciones de disolución.

- Con el tema de Ganancias y el paro del sector de transporte quedaron tensiones internas en evidencia...

- Más que tensión fue preocupación. Hubo, hay y habrá discusiones porque no es uniforme el pensamiento.

- ¿Qué opina del convenio laboral por Vaca Muerta?

- Nosotros queremos colaborar para que se generen más puestos de trabajo, pero también defenderemos los convenios colectivos de trabajo, porque el Gobierno y los empresarios nos quieren esclavizar. La CGT está en alerta: no vamos a permitir que quieran esclavizarnos. La explotación es vieja, pero si uno los deja no va a tardar en ser vigente de nuevo.

Además de este desafío con miras al 2017, Acuña agregaun viejo anhelo sindical: recuperar espacios en las cámaras de senadores, diputados y concejos deliberantes.

- Pero lo sindicalistas no son rechazados por la sociedad...

-No lo veo así. Yo fui, ya como dirigente sindical, elegido en todas las candidaturas en las que me presenté. De 1989 a la fecha y no iba en ninguna lista sábana.

Termina la charla y Acuña recuerda: "¿Sabés? Tenemos otro hotel del sindicato acá en San Bernardo. Antes se llamaba Liverpool y ahora Presidente Perón; así le había puesto un secretario general que no defendía muchos a los trabajadores y me echó del gremio en 1987".

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