Desde la Banca del Vecino y la Vecina, plantearon dificultades y pedido de soluciones.

Marta Bruno dijo que "hace un año aproximadamente" que no puede habitar su domicilio por el derrame de líquidos cloacales y derrumbes internos.

Dijo que el suyo era el caso de mayor complejidad pero no el único ya que hay problemas "con los desagües cloacales y el consorcio con el que ya no podemos contar porque tienen un conflicto con DAGSA por el cual no entran al barrio con los camiones grandes para desagotar porque ellos -el consorcio- no se lo permiten".

Alarcón añadió: "Se nos están rajando las paredes, a la vecina se le cayó el piso de toda la casa", dijo. “Muchas veces se rompen caños madre que terminan socavando todo debajo de las plantas bajas de los edificios", puntualizó.

Durante la exposición acompañada de fotografías explicó que luego de que se cayeran todos los pisos de la casa de Marta Bruno, se convirtió "en una mezcla de agua corriente con líquidos cloacales por roturas que son externas a su casa".

"El consorcio no hace el mantenimiento que tiene que hacer de la red cloacal -continuó- y cuando llamamos a DAGSA para que nos dé una mano tampoco pueden hacer nada sobre la red cloacal y sobre los distintos caños madre del servicio de agua corriente. Muchas veces se ata con un alambre y continúa perdiendo debajo de nuestros edificios y viviendas por largo tiempo".

Finalmente dijo que el estado en general del barrio es malo. "Cuando nuestros chicos salen a jugar no sabemos si se van a caer a una cámara escéptica y se van a ahogar en residuos cloacales, en la mierda para decirlo más en criollo", enfatizó.

"La biblioteca popular del barrio también se está hundiendo y es un espacio público donde más de 30 pibes y pibas todos los días van a merendar y a realizar actividades culturales, reciben apoyo escolar y contención", se lamentó.

"Lo que venimos a pedir es si se pueden gestionar obras de agua potable y cloacas. Por la inacción del consorcio es que venimos nosotros", concluyó.