La gran acumulación de basura que se registra en el barrio La Ribera, el humilde conglomerado que se asienta en la zona sur de la ciudad, mantiene preocupados a quienes se asentaron en ese lugar.

Los olores nauseabundos, las enormes montañas de basura y particularmente chatarras, amenazan a los vecinos con un foco de infección; sin embargo en las últimas semanas el temor por la crecida de los ríos también se instaló en el lugar.

Resulta que varias viviendas de condiciones humildes se alzan a la vera del río Del Valle y la basura que hay en el sector amenaza con generar desbordes si es que las aguas comienzan a ganar terreno en el cauce.

Las intensas lluvias que se vinieron registrando, particularmente en el Este provincial, y la critica situación que se vive en Salta son los fantasmas que amenazan a los vecinos.

La situación se intensificó en las últimas semanas cuando una empresa privada encargada de la extracción de áridos en la zona dejó de trabajar en el lugar.

Si bien los vecinos siempre vieron con recelo la extracción de arena del lecho, esta vez la basura es el principal problema. Resulta que desde hace dos semanas la empresa dejó de limpiar el lugar de ingreso a la cantera y la basura sigue ganando terreno.

“Siempre vienen a tirar basura, pero ahora se nota más porque el camión ya no viene a limpiar. Ellos siempre limpiaban porque sacan arena, pero ahora están en otro lugar”, dijo un vecino que ocasionalmente pasaba por el lugar.

Otros vecinos hicieron un llamado a las autoridades de Recursos Hídricos de la provincia para que realicen una tarea de limpieza en el lugar.

Basura domiciliaria, escombros y enormes esqueletos de automóviles están a orillas del río, desechos difíciles de transportar y que dejan al descubierto a quienes irracionalmente contaminan el lugar.

Falta de agua

El asentamiento que surgió hace un par de años sigue creciendo. Si bien en varios sectores ya hay vestigios de urbanización, las carencias siguen latentes. Algunas viviendas ya cuenta con luz y un tendido ordenado de la red de energía eléctrica; sin embargo las obras de agua potable no tuvieron impacto.

Los vecinos aseguran que tres veces por semana el camión de la empresa Aguas de Catamarca SAPEM llega a cargarles los tanques o las pequeñas reservas que tienen. Desde hace tres años padecen la falta de agua. Sea invierno o verano no hay presión y el agua no llega a los hogares.