Hoy, los gremios que respaldan a Hugo Moyano se reunirán para deliberar sobre la salida anticipada del camionero que se concretará el jueves, como informó ayer este diario. El encuentro estará a cargo de Gerónimo Venegas, líder de los peones rurales (Uatre), que intentará buscar adhesiones para convertirse en el sucesor de Moyano y ganarle la pulseada al portuario Juan Carlos Schmid, nominado por ese espacio gremial para la central obrera. 

La disputa tiene más aristas políticas y de ambiciones personales que de ideales gremiales. Venegas aspira a reunir bajo su nominación a dirigentes que antes habían apoyado a Pablo Moyano, hijo mayor de Hugo, como eventual sucesor en la CGT. La razón política que esgrimen entre esos gremialistas es que intentarán evitar que la principal central obrera termine bajo la coordinación de Sergio Massa, en cuyo Frente Renovador milita Héctor Daer (Sanidad), el postulante de los "gordos" a encabezar la CGT. 

El debate se dará este mediodía en la Escuela Político Sindical Lorenzo Mariano Miguel, en donde Venegas fijó la sede de las 62 Organizaciones (el denominado brazo político del movimiento obrero). "Van a venir más de cien sindicatos a discutir qué CGT queremos. Algunos compañeros han dicho que quieren mi postulación. Veremos qué pasa...", le dijo el dirigente de los rurales a este diario. 

La jugada de Venegas no tiene por ahora muchos auspiciantes visibles. Es que su postulación implica desautorizar la bendición de Moyano a Schmid como integrante de una posible jefatura colegiada de la CGT. El camionero dividió aguas entre sus aliados gremiales cuando se inclinó a favor del portuario y relegó a su propio hijo, a quien apoyaba algo menos de la mitad de los dirigentes de la CGT Azopardo. 

Las objeciones a Schmid están concentradas en el núcleo más duro de apoyos históricos a Moyano, que veían en su hijo mayor la continuidad más fiel al liderazgo que el camionero ejerció durante doce años consecutivos en la central obrera. Se trata de dirigentes de gremios en su mayoría pequeños pero alineados con la voluntad confrontativa expresada por Pablo Moyano, como Miguel Ángel Díaz (UDOCBA, docentes bonaerenses) o José Ibarra (conductores de taxis). 

En ese espacio le endilgan al portuario tener un sindicato chico, sin obra social, y no mantener comunicación fluida con sus pares gremiales. De ese núcleo espera nutrirse Venegas, que por otra parte aspira a sumar por la vía política: es el único gremialista que hizo campaña por Mauricio Macri, y esa condición le permitió sentarse en varias mesas de discusión con funcionarios reservadas a un grupo reducido de dirigentes.

La autopostulación del "Momo" tiene, además, algo de disruptivo: mientras Schmid es la opción de Moyano para integrar un triunvirato o cuarteto de jefes para una transición en CGT prevista por un año, Venegas declama la necesidad de elegir a un secretario general en soledad, tal como exige el estatuto de la central obrera. "Tenemos que tener un jefe de la CGT. Si no es posible, habrá que armar una comisión para seguir las negociaciones y postergar el Congreso (de unidad, pautado para el 22 de agosto) para más adelante, cuando haya unanimidad", advirtió Venegas. Hoy también debatirá el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), que coordina el taxista Omar Viviani, y que en su mayoría respalda al ferroviario Sergio Sasia para una jefatura colegiada, aunque en los últimos días surgió como contendiente el bancario Sergio Palazzo.