El gobierno de María Eugenia Vidal y los gremios docentes acercan contactos para cerrar la paritaria antes del 6 de marzo. Con desconfianza y cautela, ambas partes bajaron el tono a la confrontación y trabajan para llegar a un acuerdo.

Desde mediados de la semana pasada se aceitaron los contactos informales entre las dos partes (un mecanismo clave para llegar a la mesa de negociaciones con acuerdos preestablecidos) y evitar escándalos donde el nerviosismo gana a las dos partes.

Como adelantó LPO, se bajó el tono de la confrontación por parte del gobierno tal cual lo ordenó la propia Vidal en un acto en Ensenada donde reunió a las mesas educativas de toda la provincia. Según trascendió, la Gobernadora tiene sondeos que reflejan el malestar de la sociedad por su embestida a los gremios docentes durante todo el año pasado. En tanto, por el lado de los gremios, sus proclamas en las redes sociales aparecen vinculadas a demandas propias de una negociación salarial. 

En las últimas horas, los cruces y agresiones aparecen más vinculadas a la inercia de la tensión generada en 2018 que al planteo de Vidal de cara a esta negociación.

María Eugenia Vidal tiene sondeos que reflejan el malestar de la sociedad por su embestida a los gremios docentes durante todo el año pasado.

Los docentes coinciden en que la propuesta del Ejecutivo de reactivar la cláusula gatillo durante todo el año es buena. Resta negociar un punto que es clave para los gremios y muy incómodo para el gobierno: la pérdida salarial que tuvieron los maestros durante 2018.

"Nosotros reconocemos esa pérdida de poder adquisitivo y estamos dispuestos a negociar un número que la provincia pueda pagar", dijo a LPO una fuente del gobierno.

Desde la dos partes de la negociación muestran cautela. Manifiestan cierto optimismo pero al mismo tiempo ninguno se anima a decir que el acuerdo es inminente.

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Para los gremios, la pérdida salarial del año pasado fue del 15%. En el gobierno no tiran un porcentaje pero sostienen que esa cifra está muy lejos de la pérdida real del salario.

Un trabajo del Centro de Economía Política (CEPA), una unidad de estudios vinculada al kirchnerismo, sostiene que entre 2018 y 2017, la pérdida promedio de poder adquisitivo alcanzó el 7% si se considera el bono de $7.000 abonado en diciembre.

Pero el informe destaca también que el punto de inicio de la paritaria es mucho más bajo: 16% menos respecto del promedio de 2017. Según el trabajo, si se considera el valor equivalente en pesos del salario docente, es posible concluir que si en 2017 un docente cobraba el equivalente a $25.795, en 2018 percibió solo $24.005 mensual.

Encontrar un punto intermedio entre lo que exigen los docentes y la propuesta del gobierno será la llave para que haya un acuerdo. Por eso, la reunión paritaria del próximo miércoles será clave toda vez que el viernes, la Gobernadora dará su cuarto discurso en la apertura de sesiones legislativas.

El año pasado, durante la Asamblea Legislativa, Vidal trazó una dura crítica a los gremios y los acusó por el bajo nivel de enseñanza a los alumnos y el ausentismo de los maestros. "Los chicos no están aprendiendo", dijo. Era la antesala de un conflicto que duró todo el año y que terminó fortaleciendo a los líderes gremiales y desgastando al gobierno.

Esta vez, la Gobernadora puede llegar al discurso del viernes con la paritaria docente cerrada y eso ilusiona a la maquinaria de comunicación del gobierno.

Es que en el arranque de la campaña de una elección compleja para Cambiemos, contar con la negociación salarial cerrada le permitirá al gobierno enfocarse en lo que consideran grandes logros de gestión en materia educativa. Ese operativo comunicacional ya está corriendo pero queda opacado si las clases no arrancan el 6 de marzo.