Vidal resiste a fugas masivas y gana fuerza para pelear la doble firma en la Legislatura

Vidal resiste a fugas masivas y gana fuerza para pelear la doble firma en la Legislatura

La clave es la supremacía en el Senado. Peronistas y vidalistas cruzan llamados informales mientras negocian autoridades en los bloques.

 

Con la mayoría en el Senado y un bloque numeroso en Diputados, María Eugenia Vidal espera al peronismo para avanzar en una negociación en la que buscará quedarse con la poderosa vicepresidencia de la Cámara Baja.

 

Mientras el peronismo define sus nombres para los lugares legislativos, la Gobernadora busca contener a su bloque y evitar fugas masivas. En La Plata leyeron el duro tuit de Mauricio Macri en el que cuestionó el salto de los diputados nacionales Antonio Carambia, Pablo Ansaloni y Beatriz Ávila como un mensaje hacia los estamentos inferiores.

 

Desde el gobierno prevén un goteo mínimo. Mencionan a Guillermo Bardón (Monzó); Walter Carusso y Fernando Pérez (que trabajan en tándem y responden a Gustavo Posse) y a Natalia Jáuregui, secretaria General de Uatre San Vicente y alineada con Ansaloni.

Grindetti quiere poner al vice de la Legislatura bonaerense

 

Sin embargo, Carusso asegura llevarse consigo al radical Diego Rovella, Santiago Passaglia y Gustavo Vélez. Las próximas horas serán decisivas.

 

Mientras tanto, peronistas y vidalistas vienen cruzando llamados informales de cara a la sesión preparatoria que se hará el lunes. Allí quedarán oficializadas las autoridades que el miércoles tomarán juramento a Axel Kicillof.

 

Por el momento, Vidal retiene a los distintos sectores de su bloque y pelea la vicepresidencia de Diputados. Se trata de un lugar clave en el equilibrio del poder legislativo ya que en la Cámara Baja rige un sistema de doble firma en el que ningún expediente circula sin la firma del presidente y el vice.

 

LPO adelantó que Néstor Grindetti quiere hacer valer su peso territorial y ubicar allí a Adrián Urreli, su hombre de máxima confianza. Mientras tanto, otro sector impulsa a Santiago Nardelli, un diputado de Bahía Blanca que cuenta con consenso dentro del bloque.

 

En cuanto a la presidencia del bloque, quedaría para el radical Maximiliano Abad, quien encabezó la lista de la Quinta, un territorio en el que Vidal hizo una buena elección. En tanto, se desdibuja la incidencia de Alex Campbell, resistido por varios sectores de Juntos por el Cambio.

 

Para la presidencia de Diputados suenan los nombres de Federico Otermín (Insaurralde) y Cuto Moreno (Kicillof). Aunque en las últimas horas, Mario Ishii empezó a traccionar para ubicar allí a José Pérez, un funcionario de José C. Paz, aunque parece una movida que apunta a la presidencia del bloque Todos.

 

LPO había adelantado que la estrategia de Vidal es emular la construcción de poder que hizo Sergio Massa en la provincia. Eso implica contener a un grupo de legisladores y con ellos plantarse en las negociaciones para asaltar lugares de poder en el complejo entramado del gobierno provincial.

Vidal busca condicionar a Kicillof y peleará por la vice y la doble firma en la Legislatura

 

El Consejo de la Magistratura, la Defensoría del Pueblo, el directorio del Banco Provincia, el Grupo Bapro, el Instituto de Previsión Social y varios organismos de control tienen asientos que corresponden a la oposición. La poderosa vice de Diputados es el primer paso en ese esquema.

 

Pero la clave para que Vidal pueda acceder a la vice es su poder en el Senado, donde Juntos por el Cambio tiene 25 bancas y el peronismo 21. "El esquema es sencillo: sin nosotros, la Legislatura no funciona", dicen desde el PRO.

 

Por lo pronto, en las últimas semanas Vidal conversó con cada uno de sus legisladores para contenerlos.

 

En la Cámara Alta, el vidalismo está dispuesto a ceder la vicepresidencia primera al peronismo toda vez que ese cargo es parte de la línea de sucesión.

 

Ese cargo quedará en el centro de la escena en los próximos días dada la decisión de Kicillof de asumir el 11 de diciembre por los festejos del peronismo.

 

Esa decisión implica que, por un día, la provincia de Buenos Aires sea gobernada por el vicepresidente 1° del Senado, un caso similar al de Federico Pinedo en 2015.

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