La carrera electoral en la ciudad de La Plata muestra a un Julio Garro consolidado en la función, con buenos índices de aprobación y ganas de reelegir en 2019. Del otro lado, las cosas no están tan claras. Victoria Tolosa Paz marca la agenda desde el Concejo y se lleva casi todas las miradas, Florencia Saintout -que acumula tres duras derrotas de manera consecutiva en la ciudad- busca revancha de la mano del Ateneo Néstor Kirchner, pero dentro del amplio abanico peronista empiezan a asomar otros jugadores.

La particularidad es que al menos dos de ellos preparan un salto a la política, aunque tienen un recorrido en otro poder. Son el ex magistrado Luis Arias y el actual juez de casación Victor Violini, que manifiestan su deseo de “jugar” en 2019 y para eso mantienen reuniones y sacan cuentas.

Arias fue destituído de su cargo al frente del juzgado Contencioso Administrativo 1 de La Plata, desde donde construyó un perfil propio: sensibilidad social, combativo con el poder de turno y un toque de bohemia. Arias se puso al hombro la investigación que determinó la cantidad de muertos durante la trágica inundación de 2013 y desnudó una trama de encubrimientos y fallas del Estado que increiblemente le terminaron costando su puesto.

Su lanzamiento a la política se produjo hace casi un mes, de la mano de Juan Grabois, un dirigente de perfil social que quiere aportar para construir una candidatura presidencial de Cristina Fernández de Kirchner. “Uno no debe quedarse en la protesta, en la queja, hay que ir a la trasformación de las cosas que no le agradan y eso es la política”, explicó Arias cuando se conocieron sus intenciones.

En ese momento no habló de cargos, pero sus planes trascendieron en las últimas horas: le apunta al sillón de Julio Garro, pero podría empezar su recorrido en el poder legislativo, peleando por una banca en el Senado provincial en representación de la Octava Sección. Hoy, aseguran en su entorno, está en un 60-40 para pelear por la intendencia.

Violini, por su parte, tiene una trayectoria en el Poder Judicial que lo llevó a presidir la Sala 3 del Tribunal de Casación Penal y a presidir la Asociación de Magistrados. En el último tiempo le puso la cara a las denuncias respecto de supuestas presiones desde Cambiemos, más precisamente del procurador Julio Conte Grand, sobre la Justicia. Antes ya había mostrado un perfil político y había dejado correr rumores sobre candidaturas, siempre ligado al peronismo.

En las últimas semanas dejó trascender su participación en reuniones con marcado tinte político, fase de construcción de una eventual candidatura. Desde su entorno admitieron que está cerca del retiro y que quiere dedicarse de lleno al trabajo social. Esas inquietudes, se sabe, se canalizan mejor desde la política. Y el espacio para hacerlo no es otro que el peronismo, aunque unos pasos más al centro respecto de Arias.

La relación entre Arias y Violini no es la mejor. De hecho, el ex juez platense le reclamó a su par que, como titular del Colegio de Magistrados, no haya hecho demasiado para evitar lo que consideró su injusta destitución del cargo. Esas rispideces podrían dirimirse en una interna partidaria, si es que las candidaturas se confirman y el gran frente peronista se conforma. Pero hay un obstáculo: los dos quieren llegar como candidatos únicos, y por consenso.