La Cooperativa de Trabajo Aulem le prestaba servicios de seguridad y vigilancia a la municipalidad en distintas dependencias de la secretaría de Cultura. Tras la decisión del gobierno de Arroyo de recortar horas extras y recortar el gasto público, un pedido expreso del gobierno de Vidal, se decidió prescindir de los vigiladores y en ese lugar colocar a personal de la Policía Local.

Quienes quedaron sin trabajo denuncian no solo la pérdida de los puestos de empleo sino también una deuda importante que tiene el municipio con ellos.

“La municipalidad adeuda 600 mil pesos a la cooperativa. Para nosotros es muchísimo dinero”, indicaron en las puertas de la comuna.

“Fue repentina esta decisión más allá que había algunos comentarios que se nos cortaría el servicio en los edificios de Cultura. Son 35 vigiladores que integramos una cooperativa que quedamos sin trabajo”, agregaron.

Consultados si tuvieron respuestas de concejales o del propio Ejecutivo, manifestaron que “hemos pedido reunión a concejales y gente del Ejecutivo para dialogar en la búsqueda de una salida a esta situación”.

Además dejaron en claro que será muy difícil que la cooperativa pueda seguir trabajando. “Esta complicado para seguir porque la gran parte del servicio de seguridad lo prestábamos en Cultura. Solo nos quedan dos o tres lugares privados. Por ello somos 35 vigiladores flotando, buscando horas para poder trabajar”.