La CGT retoma la iniciativa dando visibilidad a una serie de encuentros con la Iglesia para abordar problemáticas sociales y económicas: "No bajamos la bandera de los reclamos porque los problemas siguen", asegura Juan Carlos Schmid a Clarín para darle contexto a esos mitines. La Central obrera, como lo hizo previo a la convocatoria del 7 de marzo, está armando un tejido de encuentros con distintos actores: mañana se junta con la Pastoral Social por la mañana y a la tarde, en Azopardo, continúa el ciclo de charlas, en este caso con el teólogo Leonardo Boff.

El jueves se cerrará el ciclo con una charla, con eje en el legado del padre Mujica, en la CGT en la que participarán muchos curas y en el que "se hablará de pobreza", remarca Schmid. Y puntualiza: "La inflación aprieta a los trabajadores y la pobreza avanza". Además, distintos referentes sindicales visitaron villas de emergencia como La Cárcova y la Caacupé, entre otras. A su vez ese día nuevamente el tridente de San Cayetano -estos son Barrios de Pie, la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) y la Corriente Clasista Combativa (CCC)- estará en la sede sindical de Azopardo acompañando.

- ¿La CGT mantiene diálogo permanente con la Iglesia, pero hay otro fin detrás de esta seguidilla de reuniones?, quiso saber Clarín.

- Estas reuniones son para reafirmar el por qué del llamado al paro, nosotros no bajamos la bandera de los reclamos porque los problemas siguen. Y no descartamos armar una conferencia de prensa.

A su vez esta serie de mitines son el preludio del encuentro que, se estima, tendrán los dirigentes cegetistas para junio con el Papa Francisco en el Vaticano. Por ahora, solamente se sabe que el pedido de audiencia está cursado y lo que falta es la definición por parte de Jorge Bergoglio.

En este momento de tensiones internas en la CGT, un dirigente un poco ofuscado por esta cuestión dijo bastante más serio que en broma, pero siempre con picardía sindical: "La CGT necesita que vengan curas y que traigan agua bendita porque se nos metió el diablo". ¿Por quién lo dice?, preguntó este diario. "Por el Presidente, que anduvo repartiendo fondos para ciertas obras sociales", respondió el interlocutor.