La Cooperativa de Servicios de General Acha (COSEGA) completó por estos días la reparación de uno de los molinos de viento que se encontraban fuera de servicio desde hace un año y medio. De esta manera el parque eólico de la localidad volverá a funcionar a su máxima capacidad.

El presidente de la entidad solidaria, Matías Maisonnave, comentó ayer, en diálogo con El Diario, que “se hicieron las reparaciones técnicas y se pusieron los repuestos al molino que estaba fuera de servicio”.

“Hoy no están funcionando porque la APE (Administración Provincial de Energía) está trabajando en la estación transformadora de General Acha. Así que cuando se termine esa obra, el parque eólico comenzará a generar electricidad nuevamente, si no hay ningún otro inconveniente”, agregó.

Comentó que “el presupuesto invertido supera el millón de pesos. Se importaron los repuestos que hacían falta e, inclusive, vino gente de Costa Rica a hacer las reparaciones junto a un técnico de nuestro país. Sin embargo, todavía no pudimos hacer las pruebas de funcionamiento por los trabajos en la estación transformadora”.

“Esta obra es importante para nosotros porque nos va a permitir reforzar la demanda de electricidad local, y el aprovechamiento de las energías renovables”, destacó

Los dos molinos, denominados Pampero y Huracán, fueron inaugurados en el año 2004, durante la gestión de Roberto Zamora al frente de la cooperativa achense.

Los generadores, ubicados a 330 metros sobre el nivel del mar, cuentan con una capacidad de 900 kilovatios y tienen una vida útil estimada de 20 años.

Con la obra del parque eólico, la COSEGA logró cubrir el 25% de la demanda energética de General Acha, localidades interconectadas y zona rural.

“Situación

compleja”

Por otra parte, Maisonnave se refirió a la situación de la entidad frente al complicado panorama económico que atraviesa el país, al indicar que “estamos como todas las empresas, con un ida y vuelta de ingresos y egresos de fondos”.

En ese sentido, indicó que “aumentó la mora de los usuarios en el pago de las facturas. En todos los casos se trata de no llegar al corte del servicio y que el usuario se comprometa a pagar las sumas atrasadas”.

“Como cooperativa estamos en una situación bastante compleja. Si bien las tarifas han ido aumentando, no es tanto el margen de ganancias que nos queda. Sobre todo después de cubrir los acuerdos paritarios para los trabajadores y otros costos que están dolarizados”, graficó.