CGT vuelve a verse con el FMI y también pide renegociar el acuerdo

CGT vuelve a verse con el FMI y también pide renegociar el acuerdo

La "mesa chica" de la central obrera recibirá a la misión que encabeza el italiano Cardarelli el jueves al mediodía en el gremio de la construcción.

La CGT volverá a reunirse este jueves con la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) con un diagnóstico sombrío de la situación económica y social, y la advertencia de que el próximo gobierno deberá renegociar las condiciones del acuerdo con la Argentina, en línea con los planteos de la oposición. El encuentro abrirá las actividades de la central sindical de este año y se concretará antes de la primera reunión del Consejo Directivo, pautada para la semana que viene.

La comitiva del organismo multilateral que encabeza el italiano Roberto Cardarelli visitará el jueves al mediodía la sede del gremio de la construcción (Uocra) en el barrio de San Cristóbal. Allí estará la “mesa chica” de la CGT que incluye a uno de los secretarios generales, Héctor Daer (Carlos Acuña no irá por tener agendado un encuentro a la misma hora con la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal) y al dueño de casa, Gerardo Martínez, encargado de las relaciones internacionales de la organización gremial.

Se trata del tercer cónclave entre la misión y la cúpula de la central, y en líneas generales el punteo de temas fue el mismo en cada caso. Sólo varió el agravamiento desde el primer contacto, a mediados de 2018, de la crisis económica, la inflación y el impacto de las tarifas, y el convencimiento generalizado en el arco no oficialista de la necesidad de rediscutir los términos del entendimiento con la Argentina que se extiende más allá del mandato de Mauricio Macri, hasta 2020.

La delegación sindical (en otros encuentros participaron Andrés Rodríguez, de los estatales de UPCN; José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias, y Omar Maturano, de La Fraternidad, entre otros) definirá en el curso de la semana su libreto que hasta anoche tenía como ejes la caída del consumo, el cierre de fábricas, comercios y establecimientos de servicios, y la amenaza constante de la inflación sobre el poder adquisitivo de los trabajadores, con una previsión que para este año se acerca al 30 por ciento.

También habrá señalamientos respecto de la reforma laboral que impulsa el Gobierno en línea con las exigencias del propio FMI. La administración de Macri hasta ahora intentó sin éxito avanzar en esa línea por la vía parlamentaria –chocó con las objeciones del sindicalismo opositor y luego del PJ- y también por sectores –con negativas de los textiles, los metalúrgicos y los camioneros- para dar otro paso días atrás con el nombramiento de un Consejo de Asesores integrado por abogados laboralistas de diversos ámbitos, con el propósito de elevar sugerencias en materia de normativa.

Los gremialistas también protestarán por los efectos de la caída de la actividad económica sobre el empleo, las jubilaciones y la asistencia social, como sucedió en las ocasiones anteriores. Tres de los habitués de esos encuentros admitieron que irán con pocas expectativas a la Uocra: “los del Fondo se sientan, escuchan, toman nota, dan su visión y se van”, resumió uno de ellos. A lo sumo esperan escuchar de Cardarelli y sus colaboradores algún halago al Ejecutivo respecto del acercamiento a las metas de déficit acordadas con el FMI.

Donde se esperan diferencias respecto de cruces previos es en la visión respecto de lo que sucederá después de las elecciones. En la CGT impera un criterio similar al expuesto por la oposición respecto del ahogo financiero que sufrirá el próximo gobierno, sea del signo político que fuese, y de la necesidad de pautar con el organismo nuevas metas para aliviar el primer tramo de la futura gestión.

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