- Después de cuatro días consecutivos de paro, hoy se pondrá en marcha el ciclo lectivo en las escuelas públicas de la provincia de Buenos Aires, tras la medida de fuerza que desde el lunes llevaron adelante los seis gremios docentes.

Sin embargo, todavía persisten los interrogantes en cuanto al futuro inmediato. Por lo pronto, hoy, a las 15, volverán a estar frente a frente funcionarios del gobierno de María Eugenia Vidal y los representantes del nuevo Frente de Unidad Docente, que integran los gremios Suteba, FEB, UDA, AMET (técnicos), Sadop (privados) y la cegetista Udocba.

La gran novedad es que se anunció que finalmente hoy se dictarán clases con normalidad en las escuelas de la provincia. No obstante, los gremios advirtieron que las asambleas distritales quedarán "en estado de alerta permanente", a la espera del alcance de la nueva propuesta salarial que el gobierno bonaerense, según prometió, llevará a la reunión paritaria.

Tal como ocurrió en las cuatro oportunidades anteriores, el encuentro se llevará adelante en el Ministerio de Economía bonaerense. En el gobierno de Vidal aseguran que se presentará una oferta superadora del 18% de incremento con cláusula gatillo que los sindicalistas rechazaron. Está previsto que vuelvan a participar de las negociaciones los ministros provinciales de Educación, Alejandro Finocchiaro; de Trabajo, Marcelo Villegas, y de Economía, Hernán Lacunza.

Además de los representantes de los seis gremios docentes, concurrirán a la reunión delegados de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de la provincia. Ayer, una medida cautelar dictada por el juez en lo contencioso administrativo N° 1 de La Plata, Luis Federico Arias, habilitó a esa entidad gremial a participar de la negociación.

ATE celebró la medida, al considerar que "legaliza una situación que ameritaba una respuesta", por cuanto el gremio "cuenta con una importante cantidad de afiliados docentes en la provincia, a quienes se les realizan las retenciones por cuota sindical, pero que no cuentan con la representación correspondiente en la mesa paritaria".

Asimismo, en el gobierno se anticipa que, además de la cuestión salarial, prevalece la disposición a hablar de todos los temas que tengan que ver con la situación educativa en la provincia, sin ningún tipo de restricción y hasta cuando sea necesario, teniendo como objetivo final destrabar de una vez por todas el prolongado conflicto.

Apuesta al desgaste

Fuentes de la gobernación bonaerense, en tanto, admitieron que, por cuerda separada, se apuesta a que empiece a producirse un desgaste entre los propios referentes sindicales, teniendo en cuenta que la dilación del conflicto podría generar, más temprano que tarde, el resquebrajamiento de la unidad entre los seis gremios docentes.

Ayer, en la cuarta jornada de paro en las escuelas bonaerenses, continuó la guerra de cifras en cuanto al alcance de la medida de fuerza de esta semana. El gobierno provincial evaluó que el acatamiento de ayer "fue menor que los días anteriores", al estimarlo por debajo del 45%, y sostuvo que son "menos del 20%" las escuelas totalmente paradas. Los gremios docentes, en cambio, señalaron que la adhesión continuó siendo elevada, y la ubicaron por encima del 80 por ciento.

En el gobierno de Vidal consideran, además, que la presencia en el frente docente del secretario general de Udocba, Miguel Ángel Díaz -el más radicalizado de los dirigentes gremiales-, dificultó en los encuentros anteriores la posibilidad de un acuerdo. Y estiman que tampoco facilitó las negociaciones la influencia de sectores kirchneristas sobre Roberto Baradel, titular del Suteba, para convertirlo en la cara visible de la confrontación y debilitar a la gobernadora.

Por su parte, el gremialista Díaz aseguró que "si hay una actitud positiva por parte del gobierno, el conflicto se resuelve". A renglón seguido, pronosticó: "Por el contrario, si no recibimos una respuesta favorable a nuestro reclamo, el conflicto se extenderá en el tiempo".

Buscan también un acuerdo en la Ciudad

El gobierno y los gremios docentes porteños retomarán hoy la negociación salarial, que, con los chicos en las aulas desde el miércoles, sigue abierta y sin solución.

Será un nuevo intento de acercar posiciones entre las autoridades, con la ministra de Educación Soledad Acuña a la cabeza y los 17 sindicatos que agrupan a los docentes de la ciudad.

Hasta ahora, el gobierno porteño no se movió un milímetro de la pauta de 18 por ciento que impuso la Casa Rosada, que tanto Horacio Rodríguez Larreta como María Eugenia Vidal respetaron a rajatabla.

La última oferta del gobierno porteño prevé subir salarios un 18% en dos cuotas: la primera este mes y la segunda en octubre.

"Son 2000 pesos más en todo el año. No vamos a aceptar nada que no supere el 18 por ciento", dijo a LA NACION el jefe de UTE, Eduardo López.

En la administración porteña mantienen el hermetismo. Las hipótesis sobre cómo podría destrabarse la puja incluyen el pago de una suma fija a cuenta del acuerdo y el cobro de la segunda cuota del aumento antes de octubre. Hasta ahora, en los contactos informales entre las partes, se manejaron alternativas, pero siempre con el 18% como parámetro.