Poco antes de sentarse a la mesa del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, el jefe de la CTA alineada con el Gobierno, Hugo Yasky, se sumó a las voces que desde el kirchnerismo cuestionan al Indec y, en particular, el índice de inflación que calcula el organismo.

"Si coincidiera con eso, vendríamos a pedir el ocho por ciento y no el 25 como pedimos", lanzó el sindicalista.

Reaccionó así cuando le preguntaron si le creía al Indec y, en particular, si coincidía con el cálculo del organismo según el que el ingreso que define si una persona es o no pobre es de 1600 pesos.

Enseguida, sin embargo, buscó matizar el embate. Defendió la cifra que la central obrera que dirige llevará a la mesa de negociaciones. "Un trabajador soltero, sin cargas de familia, puede vivir en la Argentina con 3000 pesos", dijo poco antes de ingresar a la sede del Ministerio de Trabajo, en Alem al 600.

El número que maneja Yasky es el mismo que reclama la CGT enfrentada con Hugo Moyano, pero está lejos de las pretensiones del camionero, que pretende llevar el salario mínimo a $3500 y aún más lejos de las aspiraciones de la la CTA opositora, que comanda Pablo Micheli, que exige que el nuevo básico ascienda a $5000.

A modo de conclusión, Yasky planteó: "El problema no es la cifra, sino que el salario se pague en todo el país. Sabemos que en el NOA y el NEA los trabajadores públicos, municipales y rurales no están ni de cerca en los 3000 en los que quedaría el nuevo salario".

Negociación

Según trascendió en los últimos días, el nuevo sueldo básico quedaría fijado entre $2800 y $2900, lo que representa un aumento de entre 20 y 25% respecto de los 2300 pesos que se cobran en la actualidad.

El Gobierno podría determinar el monto por elevarse si es que el Consejo del Salario, integrado por 16 empresarios y 16 sindicalistas, no consigue el voto positivo de los dos tercios de sus integrantes. Esta situación podría darse perfectamente, ya que Hugo Moyano y tres de sus aliados no asistirán a la negociación y porque se desconoce si irán o cómo votarán las cuatro entidades agrarias, el único sector entre los hombres de negocios que criticó en voz alta las políticas de la Casa Rosada.

De no reunir el voto positivo de los dos tercios [24 representantes], el Gobierno estaría en condiciones de fijar el monto del piso salarial, cuyo beneficio alcanza a 113.000 personas del sector privado y que sirve también como cifra de referencia para el trabajo no registrado. El alza salarial se efectivizará a partir del mes próximo..