​​​​​Escenario político: la UCR de Bahía y una jugada de alto riesgo

​​​​​Escenario político: la UCR de Bahía y una jugada de alto riesgo

Convocó a internas para definir precandidato a intendente, antes de que la cúpula nacional del partido decida la estrategia general. ¿Puede participar Lorenzo?

Por Maximiliano Allica

Es probable que la decisión no haya caído bien en la UCR nacional y provincial. El comité Bahía Blanca decidió por unanimidad, en un plenario, convocar a internas abiertas para definir un representante que compita por la intendencia en las próximas PASO contra los candidatos del Pro y la Coalición Cívica.

Es una jugada arriesgada, que puede derivar en un fortalecimiento del histórico partido a nivel local o bien terminar en un golpazo en la frente porque se trata de una decisión desacoplada de la estrategia general del radicalismo, que aún no está definida.

Es decir, la mesa nacional de Juntos, que incluye a la cúpula de la UCR, todavía no decidió si habilita a los partidos socios de la alianza a competir en primarias en todas las provincias y distritos, o si solo habrá luz verde en lugares muy puntuales. De hecho, existe un pedido expreso de los intendentes bonaerenses de Juntos (sobre todo, del Pro) de evitar las PASO en los distritos donde gobiernan, ya que pretenden que los jefes territoriales definan a los candidatos a su sucesión para evitar el desgaste de agosto. Si la conducción nacional aceptase esta propuesta, en Bahía sería Héctor Gay quien elija candidato y en ese caso no hay dudas que no se trataría de un radical sino de la senadora Nidia Moirano.

Los radicales de calle Donado aseguran hace rato que quieren competir, fortalecidos por el triunfo en las PASO seccionales de 2021 con la boleta encabezada por Lorenzo Natali. Es más: no solo quieren un candidato en la grilla para la jefatura comunal sino que además consideran que, tras esa victoria, corresponde que en este 2023 la UCR Bahía lidere la boleta de senadores provinciales por la Sexta Sección. Ambiciosos.

¿Cuándo y cómo se haría esta interna abierta en Bahía Blanca? La fecha la fijará una comisión encabezada por el doctor Marcelo García Dieguez, con el respaldo de la conducción del comité presidido por Pablo Daguerre. El momento límite es comienzos de junio, ya que a fines de ese mes todas las alianzas deberán oficializar a sus precandidatos ante la Justicia electoral.

La idea es que la totalidad de las personas que integran el padrón bahiense pueda participar, con el objetivo de lograr un buen caudal de votos. No obstante, tratarán de bloquear a quienes están afiliados a otros partidos para evitar injerencias intencionadas. Si bien es un esquema difícil de organizar, la otra alternativa, que sería cerrar el comicio solo a los afiliados, podría arrojar un resultado menos representativo de la voluntad de la ciudadanía (difícilmente sumen mucho más de 1.000 o 1.500 votos).

¿Quiénes serán los competidores? No están los nombres aún, pero es evidente que Elisa Quartucci y Martín Salaberry serán de la partida debido a que ambos ya manifestaron su voluntad de ir por la intendencia este año. Y hay quienes creen que lo ideal sería que se sumen uno o dos postulantes más porque, cuanta más oferta haya, mayor será el movimiento para conseguir votantes que le den volumen al número final.

¿Y Lorenzo? ¿Puede participar pese a no ser afiliado? Su imagen con los brazos en alto en las primarias 2021 fue "la" foto política de ese año a nivel local y regional. Sin embargo, muchos boina blanca de paladar negro no quieren saber nada con un posible liderazgo suyo por tratarse de un outsider, sin experiencia política y (supuestamente) sin programa de gobierno. A su vez hay otros, entre ellos veteranos como Juan Pablo Baylac o Juan Pedro Tunessi, que sí lo consideran un candidato valioso, ya que su alto nivel de conocimiento y su reciente victoria lo convierten en una promesa de ganador.

Por lo pronto, la carta orgánica del partido habilita a presentarse a internas a quien no es afiliado de la UCR y tampoco tiene ficha en otro espacio. O sea, si Lorenzo quiere sumarse, puede. La pregunta es: ¿querrá?

Solo él lo sabe. No obstante, sería una movida problemática por tres razones. Primero, que el exconductor de LU2 todavía no tiene definido si se subirá a la carrera por la intendencia y competir en la interna radical lo obligaría a acelerar los tiempos de definiciones. Si esquiva esa disputa puede seguir jugando al misterio casi hasta el día de cierre de listas, previsto para el 24 de junio.

Segundo, si bien sería amplio favorito, una eventual derrota lo dejaría prematuramente fuera de carrera. Un sinsentido político.

Y, tercero y más importante, tal como se viene repitiendo en esta columna hace mucho tiempo, no hay que olvidar que las fidelidades de Natali no tienen sus principales terminales en la UCR sino en Emilio Monzó, el hombre que lo decidió a lanzarse a la política. 

Desde el año pasado Monzó, diputado nacional e histórico armador bonaerense, puso a sus equipos a trabajar con Patricia Bullrich, figura potente del Pro y una de las dirigentes con mejores números en Bahía. Tiene mucha lógica pensar que una de las cartas del monzoísmo será querer imponer al locutor como el candidato de la exministra en nuestro distrito, peleándole ese lugar a Moirano y la cúpula municipal. De hecho, ya existen conversaciones donde se baraja esa idea y esta semana habrá reuniones en Buenos Aires para seguir dándole forma.

Otro punto en la interna radical es Emiliano Alvarez Porte. ¿Se agregará? Jugadísimo como está en la disputa provincial en favor del amarillo Cristian Ritondo, no hay que esperar que el expresidente del comité se sume a la pulseada. Si bien sus alfiles en el plenario votaron a favor de esa elección, ya avisaron que en esta campaña se seguirán moviendo por cuenta propia.

La movida de la UCR local, según remarcan sus propios dirigentes, es disruptiva. Habría que agregar: y peligrosa. El mejor escenario para los correligionarios bahienses es que el partido tenga boleta propia para la Presidencia y la Gobernación, lo cual les garantizará a las listas municipales tener dónde engancharse sin negociar nada con el Pro. 

Pero si eso no sucede y los máximos referentes radicales hacen fórmulas cruzadas poniéndole los vices a los tanques Pro como Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta --y, además, Maximiliano Abad baja sus pretensiones y va de segundo de Diego Santilli en la Provincia--, la UCR local tal vez deba pedirles por favor a los líderes amarillos que les permitan competir aquí abajo. 

El peor escenario, por ende, es que motoricen una interna en nuestra ciudad cuyo ganador después se quede afuera de las PASO y se termine convirtiendo en un hazmerreír.

Por eso, quizás, la fecha probable de llamado a las urnas sea junio. Porque si antes hay definiciones nacionales en otro sentido habrá tiempo para abortar o reacomodar la operación.

¿Alguna señal nacional positiva para esta interna? La bajada de línea larretista. Tal como le dijo el jefe de Gobierno porteño a La Nueva., su sector quiere permitir la competencia en todos lados. En negativo: por el lado bullrichista-macrista, e incluso muchos popes radicales, no están tan convencidos de que chocar en primarias termine siendo positivo para la coalición porque pueden abrirse heridas que ensucien el camino hacia las generales.

A propósito del mencionado Santilli, delfín de Larreta en la Provincia, la semana pasada lanzó formalmente su carrera a la Gobernación y la cúpula amarilla de Bahía Blanca salió en pleno a respaldarlo. ¿Esto quiere decir que la trinidad Gay-Moirano-Nardelli se jugó por el larretismo en la interna contra Bullrich? No es tan lineal, porque las preferencias están divididas. Gay se siente más cómodo con el estilo Larreta, pero Moirano hace más juego con Bullrich. 

El apoyo a Santilli tiene que ver con que creen que las encuestas no dejan dudas y, de todos los postulantes amarillos (además del "Colo" y Ritondo están Néstor Grindetti, Joaquín de la Torre y Javier Iguacel), es lejos el que tiene más chances de desbancar a Axel Kicillof.

En las elecciones, en definitiva, se trata de ganar. Cómo gobernar es un problema para después.

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