Advierten sobre el grave riesgo de contaminación ambiental en el dique Potrerillos

Advierten sobre el grave riesgo de contaminación ambiental en el dique Potrerillos

Habitantes de la zona aseguran que los fines de semana dejan un preocupante saldo de basura de toda clase en las orillas del embalse. Denuncian falta de coordinación entre los organismos responsables para mitigar el riesgo que representa la contaminación. Piden más controles, carteles y multas.

Se trata de una de las siete construcciones más importantes que Mendoza tiene para preservar el agua, administrarla y transformarla en energía eléctrica. Junto a los embalses El Carrizal, Agua del Toro, Los Reyunos, El Tigre, El Nihuil y Valle Grande, el dique Potrerillos, no solo implica para los mendocinos la posibilidad de contar en sus hogares con agua y electricidad o hacer llegar el recurso vital a las zonas de campo para producir alimentos. A esas prioridades clave se suman además, otros beneficios para la provincia: la posibilidad de ofrecer -gracias al espejo de agua- un paisaje único montaña, es una de las postales más promocionadas hacia afuera a la hora de invitar a viajeros y locales a sus orillas.

Desde el Gobierno Provincial ya se iniciaron las gestiones para sumar servicios en el perilago y transformarlo en un polo para el turismo. Y mientras aún queda resolver aspectos clave para avanzar con el "masterplan" de ordenamiento en la zona, quienes viven en las sectores más altos de Potrerillos ya emitieron su advertencia: la basura que dejan quienes visitan el lugar atenta contra la posibilidad de ofrecer y garantizar un ambiente sano, equilibrado y puro. De hecho, los testimonios dan cuenta de que sobre todo, los fines de semana y los días posteriores, en las orillas del embalse es posible hallar entre la arenilla toda clase de desperdicios: botellas de plástico, bolsas con residuos, desperdicios de comida que quedó del "pic-nic", envases de vidrio e inclusive, vidrio molido entremezclado con la tierra y pañales usados, son la muestra de la inexistencia de un plan de manejo en el lugar, que colabore a mitigar la contaminación y al mismo tiempo, generar conciencia.

Para las personas que han elegido dar a conocer la problemática y denunciar estos hechos, aseguran que en realidad no insumiría altos presupuestos ni tampoco significaría inversiones millonarias la sola existencia de carteles dispuestos en toda la zona donde se aclare a mendocinos y turistas que está "prohibido tirar basura" en las inmediaciones. En el sector conocido como Bahía Príncipe, por ejemplo -una de las más concurridas- existe un tacho pequeño que con el pasar del día queda rebasado de basura. "La gente viene y deja las bolsas con desperdicios pensando en que alguien la va a recoger. Lo que sería bueno es anunciar que cada una de las personas que llegan al lugar, sean turistas o mendocinos deben venir con sus propias bolsas y llevarse los envases y la basura que generen. Esta situación implica un grave riesgo de contaminación desde todo punto de vista y no hay nadie que lo controle", advirtió Patricia Baldín, cuya familia vive en la zona de El Salto y también en Potrerillos.

Testimonios que piden soluciones urgentes

Este fin de semana no fue la excepción. Cuando Rocío Galeano -que vive en El Salto- se acercó con su pequeña hija al dique Potrerillos para disfrutar de la inmensidad del paisaje, se encontró con que en varias zonas del espejo de agua, el ambiente estaba enrarecido y la arenilla en las "playitas" que se forman en las orillas del dique, no se podía pisar. "Había vidrio molido y mucha basura que la gente había dejado el fin de semana. Es evidente que se necesita de más educación y controles. Una posibilidad sería que haya más tachos o carteles porque esta situación no solo implica un riesgo ambiental para toda la provincia, sino que para el turismo es una muy mala postal", advirtió. Johana Paez, otra habitante de Potrerillos sugiere, por ejemplo, que sería oportuno que las autoridades implementen un mecanismos para aplicar multas a quienes tiren basura en las cercanías del embalse.

"Debería haber carteles por todos lados; esta situación a esta altura es inadmisible y habla de la falta de conciencia que existe. Si bien en la ruta hay un contendedor muy grande para dejar los desperdicios, son pocas las personas que lo utilizan", detallaron los lugareños y agregaron que el riesgo de incendios sigue latente debido a que tampoco hay controles antes, durante y después de que las personas se reúnen a comer un asado en el lugar como así también en las inmediaciones del perilago.

Entre las quejas también se escuchan frases como "falta de respuestas a planteos ya realizados a las autoridades" y "pase de responsabilidades entre las partes". Mario Mateos, por ejemplo, detalló que se requiere de campañas más concretas y claras con opciones sencillas como por ejemplo, repartir bolsas de residuos a quienes van llegando. Pero "se pasan la responsabilidad entre Recursos Naturales, la Municipalidad de Luján, el Departamento de Irrigación y el Gobierno de Mendoza", se quejó en la voz de todos los vecinos que eligieron esta vez, hacer público se pedido unánime para preservar este tesoro artificial que permite dar vida a un desierto, como lo es Mendoza.

"Es una situación desagradable llegar al dique Potrerillos y  tener que bajarte con una bolsa para limpiar el lugar donde te querés quedar a disfrutar con tu familia", agregó otro habitante de la zona que se dedica al alquiler de cabañas. La contaminación sonora como así también visual tampoco pasa desapercibida allí donde la diversidad de especies de aves que habitan este ecosistema también corren un grave peligro. "Ayer -por el domingo- llegué a disfrutar la mañana en el dique con mí hija. Y lo único que vi fue basura por todos lados. La naturaleza quedó opacada", sentenció por su parte, Greta Álvaro. 

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