Luego de la aprobación en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados con dictamen de mayoría para el impuesto a las grandes fortunas, el secretario adjunto nacional de ATE, Rodolfo Aguiar, consideró que es un “gran avance”, aunque insistió en que “debería ser un tributo de carácter permanente”.

"Se trata de una norma que en principio permitirá recaudar más de 300 mil millones de pesos en plena paralización de la economía, pero sobre todo se trata de una iniciativa que abre la posibilidad para que se inicie un debate serio para reformar el injusto sistema de recaudación impositiva que rige desde hace décadas en nuestro país", analizó el referente nacional. Según el informe presentado por los impulsores del proyecto, serían apenas 9.298 las personas físicas alcanzadas por el gravamen.

Aunque la fecha para el debate en la Cámara Baja aún no se confirmó, el referente estatal manifestó su preocupación porque “existe un alto porcentaje de diputados que se opone a un impuesto de estas características”, en referencia a la oposición, señalando que “deben resolver una gran contradicción y es que aseguran que los votó más del 40% de la población, pero defienden solo los intereses de un 0,2% de los argentinos que en este caso podrían ser alcanzados por el aporte en cuestión". La crítica apunta a la reñida votación en la comisión donde se trató el proyecto, con 27 pronunciaciones a favor y 22 en contra.

"Pocas veces como en esta ocasión podemos ver de manera tan nítida como hay políticos que una vez que son votados dejan de lado totalmente la voluntad de los ciudadanos y quebrantan su confianza", indicó Aguiar y concluyó: "A pesar que se trata de una imposición extraordinaria y que se aplicará por única vez, permitirá al Estado obtener recursos adicionales para hacer frente a la pandemia, pero sobre todo tenemos la sensación que es la medida de redistribución ideológicamente más clara y concreta en la que avanza el gobierno de Alberto Fernández".