Amparos y el adiós del Tigre Toño: El saldo del etiquetado frontal

Amparos y el adiós del Tigre Toño: El saldo del etiquetado frontal

A seis meses de la implementación del etiquetado las empresas han optado por los amparos y la reformulación de algunos productos para evitar los sellos de advertencia en sus empaques.

El etiquetado frontal cumple seis meses desde su implementación y, además de los sellos en las caras frontales de algunos empaques de alimentos y bebidas no alcohólicas de los productos de los anaqueles de tienditas y supermercados, desaparecieron los icónicos personajes de algunas marcas, como el Osito Bimbo o el Tigre Toño.

Esta norma, la NOM051, ha sido el motivo de jaloneos entre la iniciativa privada y las autoridades, que pese a realizar diversas mesas de trabajo para logar acuerdos terminó con un saldo de cerca de 50 amparos, de acuerdo con la Secretaria de Economía. Entre las empresas que recurrieron a este recurso legal están Coca-Cola-Femsa y Unilever, además de algunos representantes del sector como el Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico), que entre sus miembros tiene a Alpura, Barcel y Grupo Bimbo.

Algunos productores de alimentos como Grupo Bimbo, Nestlé, Coca-Cola, PepsiCo y Kellogg’s y Lala, adecuaron las fórmulas de algunos de sus productos para evitar los sellos octagonales en los empaques. Un par de meses de la entrada en vigor de la actualización de la norma, personajes como el Tigre Toño y Chester Cheetos dejaron a los productos que los vieron nacer, como cumplimiento de la segunda fase de la normativa que inicia este 1 de abril.

 

El número de recursos legales podría elevarse. Las empresas cuentan con 30 días a partir de la entrada del artículo 4.1.5 para interponer y obtener un amparo, y de acuerdo con sus previsiones de especialistas consultados por Expansión, tienen oportunidad de resultar favorecidos por los juzgados si acreditan que esta ley afecta de forma directa el uso de la propiedad intelectual.

Para Efraín Olmedo, experto en temas de propiedad intelectual de la firma de abogados Santamarina + Steta, esta modificación a la normativa de salud desaparece un activo valioso para las empresas, que tienen a su favor diversos elementos legales para lograr la protección constitucional que va más allá de proteger el registro de una marca porque el artículo restringe sus derechos, entre ellos el de la libertad de expresión por ser considerado como lenguaje publicitario.

“Con un amparo exitoso es posible que los personajes regresen, pero no se trata de enfocarse solo en los personajes, sino en la afectación que sufre la empresa en todas sus libertades, no solo en la libertad de uso de los derechos de autor, sino a la libertad restringida que va a encontrar frente a su posibilidad de ejercer el comercio con estos personales, y ejercer la libertad de expresión a través de sus personajes”, declara.

En tanto, desde la agencia creativa McCann consideran que el uso de personajes es un elemento de conexión emocional, pero con este artículo de la normativa sobre el etiquetado frontal cambian las reglas del juego y va a obligar a las marcas a explorar otras estrategias que lo compensen.

“En muchos casos, la identidad de la marca y el personaje han sido indivisibles, lo que también plantea retos desde el lado de diferenciación y construcción de assets de marca. Muchos de esos personajes, además, forman parte del imaginario popular, y es muy probable que vayan a tener una vida más allá de su aparición en empaques y, en ocasiones, hasta alimentada por el uso de parte del propio consumidor. Va a ser un reto interesante el cómo articular eso con las iniciativas propias de las marcas”, dijeron desde la agencia en un correo electrónico.

Por ahora, la Secretaría de Salud y la Procuraduría Federal del Consumidor otorgaron a los productores de alimentos un plazo de transición que va del 1 de abril al 31 de mayo, durante cual no va a haber sanciones con el fin de que se comercialicen los productos cutos empaques aún no cumplen con las especiaciones de la normativa.

Licencias de personajes, ¿en riesgo?

 

El tigre Toño y Chester Cheetos no son los únicos que desaparecerían de los empaques por el nuevo etiquetado frontal. Expertos coinciden en que los personajes, caricaturas, actores y deportistas cuya imagen se comercializa a través de licencias tampoco llegaran a los productos que tengan un sello de advertencia nutricional.

“Estas empresas que tienen activos de propiedad intelectual importantes para licenciamiento pero que no se dedican a los alimentos también deberían prevenirse y conseguir este amparo para que puedan licenciar sus personajes a quienes van a implementarlos en productos, porque si no se previenen de esa manera podrían enfrentarse a que las empresas (de alimentos) tengan derecho a usar sus personajes pero no otros que no son propios”, declara Efraín Olmedo.

“Si una compañía ya tiene adquirida una obligación con un deportista o demás en la difusión de sus producto, la entrada de la modificación impide que incluya personajes, artistas o deportistas en su producto y va a atraer daños que van a impedir cumplir ese contrato o esa obligación”, comenta Juan Carlos Amaro, socio y director jurídico de BC&B.

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