Amplio rechazo a la decisión del Gobierno porteño de empezar las clases 2021el 17 de febrero

Amplio rechazo a la decisión del Gobierno porteño de empezar las clases 2021el 17 de febrero

La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, anunció por radio la noticia. En pleno verano, quiere que todas las escuelas del distrito abran quince días antes con una modalidad 100 por ciento presencial. Para Nicolás Trotta, el adelantamiento no resuelven nada. La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) se opone a la medida y dice que es puro marketing para tapar los 7 contagios que ya se dieron en algunas de las escuelas.

 

La ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, anunció que la Ciudad quiere adelantar el comienzo del ciclo lectivo 2021, empezando las clases el 17 de febrero, en un modo cien por ciento presencial. La intención del gobierno porteño, aseguró, es iniciar el año 15 días antes, y que los docentes se reintegren el 8 de febrero. Acuña dijo que si los chicos empiezan 15 días antes “tendrán una mejor adaptación a la rutina y los docentes podrán hacer un mejor diagnóstico de su situación pedagógica”. Sin embargo, el ministro de Educación nacional, Nicolás Trotta, cuestionó el argumento de su par porteña. “Con una o dos semanas más de clases no se resuelven los problemas estructurales de nuestro sistema educativo, sus complejidades agravadas por la pandemia. Lo vamos a discutir este miércoles en el Consejo Federal de Educación”, señaló. También la Unión de Trabajadores de la Educación, el principal gremio docente de la ciudad, rechazó la idea. Mientras tanto, se confirmó un séptimo caso de contagio en las escuelas de CABA.

Acuña hizo el anuncio en una entrevista radial, en la que también dio precisiones sobre hasta cuándo se extenderán las clases este año. Sobre este punto, señaló que la idea es que el ciclo lectivo 2020 finalice tal como estaba previsto, es decir a mediados de diciembre, concretamente el día 18. Entre noviembre y diciembre, agregó, la Ciudad quiere seguir abriendo mas escuelas, manteniendo el sistema de burbujas, para que la totalidad de los alumnos de las escuelas públicas tengan “entre tres y cinco posibilidades de revinculación, de encuentros de revinculación antes de fin de año”.

En el sistema de revinculación gradual, hasta ahora fueron convocados alumnos de los últimos años de cada ciclo (séptimo de la primaria, quinto y sexto del secundario) y luego el nivel de inicial, con chicos de sala de cinco. Más tarde fueron habilitados algunos espacios de primer grado y primer año.

El paso que seguiría, en esta dirección, es convocar al resto de los grados luego de la próxima renovación del aislamiento social, preventivo y obligatorio. “Entre esta semana y la siguiente todas las escuelas estatales de CABA van a estar habilitadas”, prometió. En el caso de las escuelas privadas, Acuña sostuvo que aunque “tienen que pedirnos la autorización, es automática, no depende de más de 24 horas después que se la solicita”. Finalmente redondeó su idea en que la intención del gobierno porteño es “que todos los chicos vayan a la escuela antes de que termine el año”.

Hacer marketing

En el gremio docente UTE el anuncio fue leído como un discurso “de puro marketing” que contradice tanto la gestión educativa real como sus resultados. “Es un anuncio grandilocuente para lo que realmente está sucediendo”, opinó Angélica Graciano.

Según los relevamientos hechos por los maestros, “sólo el 10 por ciento de los chicos convocados están yendo a las escuelas, para encuentros en los que (como Acuña no oculta), no se dan clases”. La apertura de las aulas porteñas, con una metodología de burbujas --grupos de diez chicos con un docente--, algunos días de la semana de manera alternada, tiene la finalidad de una revinculación.

“Muchos chicos van la primera vez que los convocan, pero luego no van más porque lo que encuentran no tiene nada que ver son los esperan. Por supuesto, tienen que mantener el distanciamiento y el encuentro con sus compañeros es lo que esperan, no se da en los términos de sus expectativas”, describió la titular de UTE.

“Con las pocas escuelas que hay abiertas ya tenemos siete casos de contagios”. El sexto había sido el un docente que participó de la entrega de viandas en la escuela Agustín Alvarez, de Constitución. La séptima, señaló Graciano, una directora del distrito 19.

“Acuña quiere tapar la noticia de los contagios con estos anuncios que son una fuga hacia adelante, porque la situación actual es de una dificultad muy grande”, agregó Graciano.

Pero, ¿aceptarían los docentes empezar a trabajar 15 días antes? “La ministra no conoce cómo funciona el sistema educativo. En mi escuela tenemos 1500 alumnos, con grados de 30 alumnos. Falta infraestructura y todavía no se planteó tomar más docentes, ¿cómo se haría una presencialidad al cien por cien? En la semana del 17 de febrero es cuando se concursan cargos y se define a qué escuela y en qué grado van a trabajar cientos de docentes. Lo que dice es retórica. Y mientras tanto, la ciudad sigue demorando la entrega de computadoras, que es lo que hoy necesitan miles de chicos. Esto que plantea no es real, es parte del mundo feliz que se inventan con (el jefe de gobierno porteño, Horario Rodríguez) Larreta”.

Ya desde la semana pasada se venía entre la Ciudad y los docentes esta discusión sobre el “presentismo”. Acuña dice que es altísimo. “Te diría que hasta es mayor que en las épocas de cursada normal”, aseguró.

A marzo 

El ministro de Educación Nicolás Trotta, en cambio, no descarta que en marzo pueda haber clases presenciales al 100 por ciento. “Todos tenemos la expectativa de recuperar la normalidad, pero vamos a ser muy cuidadosos en cada uno de los pasos que demos”, dijo a PáginaI12.

Sin embargo, ratificó que el criterio de Nación es empezar las clases en marzo. “Cuando algunos plantean eliminar vacaciones, se olvidan de que este año hemos tenido clases, lo que no hemos tenido son clases presenciales. Tanto los docentes como los estudiantes necesitan un respiro. No resolvemos los problemas estructurales que transita nuestro sistema educativo, sus complejidades agravadas por la pandemia, con una o dos semanas más de clases. Por eso lo que estamos planteando, y lo vamos a discutir el día miércoles en el Consejo Federal Educativo, es una mirada integral”.

“En enero y febrero vamos a hacer actividades del programa Acompañar, con actividades de fortalecimiento de los aprendizajes, que va a ser un trabajo que les estamos planteando a todos los ministros de Educación, recordó.

Otro de los temas en discusión es qué hacer en caso de un rebrote, como el que se está registrando en estas últimas semanas en Europa. Acuña adelantó que incluso en ese caso las escuelas deberían mantenerse abiertas. “Por el lado de epidemiológico estamos apostando a un escenario similar al de los países europeos que ya pasaron por esta situación, y que luego del receso de verano volvieron un 100 por ciento de presencialidad y con todos los chicos adentro del aula. Ese es el escenario en que estamos trabajando”, definió.

Para Trotta, en cambio, “hay que esperar, porque por el momento es así pero habrá que ver qué pasa en los meses que vienen”. “En primera instancia, una de las primeras cosas que hicieron en los países europeos fue cerrar las escuelas. Hoy están planteando una estrategia distinta. Nosotros tenemos que ver cómo continúa todo esto de cara al futuro”

“Nuestra proyección de acá a marzo es que vamos a tener una realidad epidemiológica mejor que la de ahora, aplicando los protocolos y en el proceso de una vacuna. Vamos a priorizar que haya clases presenciales, pero cuidando a la comunidad”.

Un clásico de año electoral

En la agenda del miércoles se debatirá la fecha de inicio de las clases. El tema, de todas maneras, es una atribución de cada distrito, por lo que la Ciudad puede elegir el día que sea y finalmente, en esto, la principal tensión va a estar jugada con los gremios. Pelearse con los docentes es un clásico que atraviesa la agenda política desde el principio de los tiempos y siempre cobra más presencia en años electorales como en el que estamos por entrar. Los votantes suelen tener niños y si hay un tema del que no se pueden abstraer es de las clases.

Preparando el terreno, la ministra adelantó en la entrevista radial los términos en los que quiere centrar la discusión. “Las clases tienen que comenzar cuando el gobierno fija la fecha, los sindicatos tomarán después la decisión política de acompañar o no acompañar”, consideró. “Pero tienen que comenzar, porque si no confundimos. Que las clases de 350 mil chicos, 700 mil si contamos a las escuelas privadas, comiencen, no puede depender de la decisión de algunos sindicalistas, o de alguna cúpula sindical”.

Graciano tomó nota de la provocación. “Si sigue sacándose fotos (aludiendo a las fotos de las aperturas de escuelas) en lugar de resolver los problemas reales, la retórica se le va a caer. No se puede dirigir un ministerio tan importante como el de Educación, del que dependen los hijos de todos, con puro marketing”.

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