Axel Kicillof presiona para endurecer más las medidas a partir de la semana próxima

Axel Kicillof presiona para endurecer más las medidas a partir de la semana próxima

A pesar de un leve amesetamiento en los contagios, el gobernador piensa que sin más restricciones colapsará el sistema sanitario; le planteó este escenario a Fernández, quien debe resolver qué hacer.

El gobernador Axel Kicillof llevó un duro diagnóstico al presidente el viernes a la noche a la Casa Rosada: la situación sanitaria es crítica en el AMBA. El aumento de contagios es “explosivo”, le dijo. Kicillof y Fernández no solo acordaron ampliar la cantidad de camas; también comenzaron a evaluar más restricciones para aplicar desde el viernes próximo. Opciones a volver a fase 1. Kicillof y su ministro de Salud, Daniel Gollán, ya habían anticipado a un intendente de la provincia de Buenos Aires: “Un cierre más restrictivo es inevitable. Hay que prepararse para la cima de esta ola entre el 15 y el 20 de mayo”, fueron las palabras exactas, según el alcalde, que recibió al gobernador poco antes de la reunión en la Casa Rosada.

La leve desaceleración -meseta alta- en el ritmo de contagios registrada en la tercera semana de abril con restricciones a la circulación de 20 a 6 y suspensión de clases presenciales en 40 municipios de la provincia no es suficiente, admitió el gobierno bonaerense sobre el fin de semana. Hay saturación en el sistema sanitario. El cierre más fuerte desde el 1° de mayo se avizora por ahora como única alternativa para evitar el colapso que algunos terapistas consideran inminente en el sistema de salud.

Kicillof sigue con atención los números de camas de terapia disponibles en el AMBA. La ocupación del 75,3% preocupa a las autoridades. Hay indicadores peores: en la región capital -que incluye La Plata, Berisso y Ensenada- el nivel de ocupación es de entre el 90 y el 100%. Hay pacientes que esperan hasta diez horas para ser recibidos en una institución ante casos de Covid confirmados. Incluso aquellos que tiene medicina prepaga. Los hospitales privados son los más saturados. “Creemos que viene inevitable el colapso”, lamentó ante la nacion Rosa Reina, presidente de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva.

Ese pronóstico, que recibió el gobernador y que se lo habría trasladado al Presidente, es el que se buscará revertir con más restricciones a partir del 30 de abril. El ministro de Seguridad, Sergio Berni, fue el único que habló de este cierre más duro ante los micrófonos: “No tengo ninguna duda. Tenemos que ir a una cuarentena de verdad. Un día de inicio y un día de final. Todo cerrado”, dijo el ministro en LN +.

La Provincia por ahora logró contener los indicios de rebelión en las escuelas donde se llamó a abrir pese a las restricciones de presencialidad. Y ninguno de los fallos judiciales presentados por colegios, intendentes y legisladores opositores prosperó.

Los equipos de epidemiólogos advierten al gobernador que frenar la circulación de manera aún más firme es acaso la única alternativa para desagotar hospitales, que ya tienen orden de reprogramar todas las cirugías y las intervenciones no covid al llegar al 75% de ocupación.

La semana que pasó la provincia superó los 30.000 fallecidos por Covid. La semana anterior, cuando se anunciaron las restricciones, había un promedio de 15.000 contagios diarios. Ayer se informó sobre 14.223 casos. La curva declina a ritmo lento. Y aún los números son demasiado parecidos para evitar el colapso anunciado por la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva.

“Como íbamos hasta la semana pasada, en tres semanas ya no iban a quedar más camas”, dijo Gollán en los últimos días. Es decir, reconoció que el colapso que se quiere evitar está proyectado para el 15 de mayo. La suma de siete centros extrahospitalarios y de 250 camas de terapia intensiva podría no ser suficiente para hacer frente al aumento “explosivo” de contagios: el gobierno de Kicillof afirma que hay una avalancha de pacientes derivados desde clínicas de la ciudad a la provincia, que no es posible abarcar sin un parate más profundo.

No es posible escalar con velocidad estas camas dado que no hay médicos terapistas suficientes. “El sistema tiene un límite”, advirtió Axel Kicillof esta semana que pasó. Este límite está cada vez más cerca, según ya se les informó a algunos intendentes. Es que hasta los alcaldes más opositores comenzaron a pedir esta semana más restricciones: “Esto es una tragedia y si continua la suba de contagios vamos a tener que ir a fase uno”, dijo en las últimas horas el intendente de Tandil, Miguel Lunghi. Ese municipio ya se anticipó a las nuevas restricciones. Y adoptó un criterio que quince días atrás fue pedido a Kicillof por muchos alcaldes peronistas del conurbano: cerrar todo desde las 18. Una alternativa que podría marcar el futuro de las decisiones de Kicillof.

 

Por María José Lucesole

Comentá la nota