La muerte de Diego Armando Maradona caló hondo en el ánimo del mundo y, en Bahía Blanca, no hubo excepción que valga. El legado que deja, recién se va a dimensionar con el tiempo, como ocurre habitualmente, cuando el ídolo ya no está entre nosotros.

En la ciudad está emplazada el que, para muchos, es el mejor monumento en su honor. Y quienes viven a pocas cuadras del mismo (y quisieran viajar a Buenos Aires para su último adiós en la Casa Rosada) se conformaron con llevar alguna ofrenda a la sede de Mundial Futbol Club, donde está su estatua.

LA BRÚJULA 24 conversó esta mañana con quienes lo idolatran y llegaron a Sixto Laspiur al 600. Uno de ellos es el artista Rulo Delgado, quien expresó su pesar, con la voz entrecortada, la misma voz que le forjó su carrera como cantante.

"Vengo caminando de casa y siento algo muy especial, como futbolero y amante del buen juego nos golpea que nos deje este gran jugador es un dolor enorme", señaló el músico.

Y agregó: "Diego empezó desde abajo, llegó a la cima, luego lo usaron, lo desgastaron y eso también me ocasiona dolor. Alguna vez lo critiqué y hoy vengo a traerle una flor".

"Cada uno lleva el dolor como puede. Cuando me enteré de la noticia por la radio me largué a llorar. Nadie es perfecto y hoy el mundo de fútbol lo llora", finalizó Rulo.

A su turno, Gerardo Arias (colaborador de Mundial Futbol Club) expresó sus sensaciones: "Todos los días venimos a entrenar y desde ayer que no deja de llegar gente para ver la estatua. Por acá pasaron Bochini, el 'Turco' García, Dalma Maradona, la estatua es un emblema para la ciudad.

"También sacamos el monumento más chiquito de cuando jugaba con los Cebollitas", concluyó, aseverando que "Diego deja un legado imborrable".