Balance de las reuniones en la Rosada: el Gobierno rescata haber marcado su perfil dialoguista, pero ahora espera los resultados

Balance de las reuniones en la Rosada: el Gobierno rescata haber marcado su perfil dialoguista, pero ahora espera los resultados

Tras las encuentros con sindicalistas, empresarios y ruralistas, el Ejecutivo estaba satisfecho por su nivel de convocatoria. Ahora evaluarán si los ruralistas cumplen con revisar las cadenas de valor y no remarcar según se disparen los precios internacionales. 

 

Paritarias sin techo, no suba -por ahora- de los aranceles de exportación agropecuarios y expectativas de “desinflación”. Estas fueron las promesas que se llevaron los sindicatos, los ruralistas y los empresarios, de los tres encuentros que se sucedieron en Casa Rosada. El gobierno quedó satisfecho con los resultados de los distintos cónclaves. Sin embargo salieron a aclarar que el funcionamiento de ese “acompasamiento de las variables” depende de que todos los sectores cumplan con lo prometido en estas mesas, en especial, el los ruralistas.

Sindicatos y empresarios fueron recibidos por todo el equipo económico del Gabinete en el Salón Bicentenario. En cambio, la llamada Mesa de Enlace tuvo el privilegio de ser atendida por el propio presidente Alberto Fernández. Apenas terminó la reunión, los dirigentes de las entidades ruralistas estaban ansiosos por salir a comunicar que habían conseguido la negativa presidencial de subir los aranceles a la exportación. Es la herramienta que el sector denominó como retenciones. Sus palabras corrieron rápido y, según ellos mismos contaron, tranquilizó a “las bases”. 

Sin embrago, el devenir de la reunión fue distinto. El presidente no descartó el uso de herramientas propias del Estado, como el aumento de impuestos, sino que aseguró que si bien no quiere usarlas, depende de que ellos cumplan con las condiciones que se acordaron el miércoles. Entre ellas está evitar la remarcación en función de los aumentos de los precios internacionales. “No fue ni un compromiso ni una amenaza. Fue un acuerdo para consensuar la cadena de valor, como no está el compromiso de no subirlas, está la posibilidad de que se vuelva a hablar del tema”, explicaron en Rosada a Tiempo Argentino.

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Asimismo, fuentes gubernamentales destacaron que Alberto Fernández estaba satisfecho con los resultados de las reuniones ya que muestra la capacidad de diálogo del gobierno. Recuerdan que el presidente ganó la elección al presentarse como el hombre que podía dialogar y consensuar con todos los sectores. “Ayer fue la síntesis de esa expresión”, se alegraban.

Es que el presidente también tiene el objetivo de que los ruralistas y todos los sectores exportadores sigan abasteciendo de dólares al país en medio de las negociaciones con el FMI. Pero esa decisión no puede conllevar el aumento de los alimentos, que repercute en la llamada “mesa de los argentinos”. Es por eso que Fernández no hizo hincapié tanto en la soja, commoditie que sigue subiendo, sino en el maíz y el trigo, dos cultivos que sí forman parte de esas cadenas de valor.

Este jueves fueron Santiago Cafiero, Martín Guzmán y Matías Kulfas los encargados de hablar con los dueños y directivos de las empresas que llegaron a la Rosada. “Si todo el esfuerzo de las empresas y los trabajadores se va por la canaleta de la inflación no nos va a servir de nada”, dijo Cafiero. Kulfas añadió que “los sindicalistas plantearon tener pautas salariales que ganen. No tiene sentido encontrar quién pide 50 si después la inflación es de 60. Ahí perdemos todos. La idea es converger en 29 y que el salario esté por encima de ese nivel".

El más punzante -incluso para su tono tranquilo- fue Guzmán. “La primera condición necesaria para resolver el patrón de inestabilidad de las tendencias y del rumbo es establecer una dinámica virtuosa de las exportaciones. Llevamos más de una década de estancamiento en las cantidades exportadas. No experimentamos una transformación de la estructura productiva que nos permita usar el aumento de los precios de los commodities como oportunidad y tener un aumento consistente en el ámbito de las exportaciones”, dijo de manera elegante, para dar cuenta de que el sector exportador no reinvierte en su estructura productiva dentro del país, condición necesaria para el desarrollo y el crecimiento de una economía de país periférico.

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