Los basurales siguen siendo un problema grave para Sáenz Peña

Los basurales siguen siendo un problema grave para Sáenz Peña

Se exhiben a la vera de la ruta nacional 95, en el camino hacia el aeropuerto o en cualquier espacio verde. Un inconveniente que produce focos infecciosos que atentan contra la salud.

SÁENZ PEÑA - Los  basurales espontáneos no logran ser erradicados en esta ciudad, con la repetida acción de los vecinos de arrojar sus desperdicios en espacios públicos, a la vera de las rutas o en caminos rurales, generándose no solamente una imagen que “afea” la ciudad, sino también focos infecciosos peligrosos para la salud pública.

Los vecinos encontraron en el espacio verde del aeropuerto, “el lugar ideal” para depositar sus residuos urbanos.

En el país, según cifras del Ministerio de Ambiente de la Nación, se generan poco más de un kilo de basura por cada habitante (en números más preciso son 1,15 kilogramos por ciudadano), lo que significa que en la segunda ciudad del Chaco son, aproximadamente, ciento veinte mil kilos de desperdicios cada 24 horas. Esos más de ochocientos mil kilos de desperdicios semanales que salen de los hogares de la segunda urbe del Chaco,  tienen un lugar específico para su depósito, aunque se carece aún de una planta de tratamiento de residuos que erradique el basural municipal a cielo abierto existente. 

Los camiones recolectores pasan puntualmente cada día de la semana asignado para los residuos comunes y los reciclables, pero el saenzpeñense insiste en exhibir su basura a la vera de la ruta nacional 95, en el camino hacia el aeropuerto o en cualquier espacio verde que considera óptimo para dejar sus bolsas con los descartes del hogar o del comercio.

Los residuos son depositados en todo espacio libre que exista en la ciudad y alrededores.

“Los residuos urbanos son un problema mundial”, podría ser la respuesta ante el cuestionamiento por la actitud de la vecindad y la imposibilidad del gobierno local de modificar esa actitud egoísta. La realidad indica, que Sáenz Peña es parte de “ese problema global” porque la basura y la falta de conciencia comunitaria está excediendo la capacidad de manejo de la problemática.

LA BASURA A LA VUELTA DE LA ESQUINA

En los límites de la zona urbana,  en los cuatro puntos cardinales de la ciudad siguen generándose basurales espontáneos, un hábito que no se logró cambiar y que, por el contrario, incrementa las nuevas montañas de desperdicios. Los residuos son depositados “en cualquier espacio, dentro o fuera de la zona urbanizada”, no lográndose hasta el momento modificarse la acción de “tirar la basura donde sea, a la vuelta de la esquina”.

A la vista de todos están los descartes de los saenzpeñenses que generan basurales espontáneos como los de la ruta nacional 95, en inmediaciones de la estación de bombeo o unos pocos metros más allá del concurrido complejo ecológico municipal. 

En los cuatro puntos cardinales de la ciudad siguen generándose basurales espontáneos, un hábito que no consiguen cambiar.

OCUPAR TODOS LOS ESPACIOS DISPONIBLES

En la costumbre de cargar todo en el auto y llevar a tirar “por ahí”, van surgiendo otros nuevos  lugares en los que el vecino descarga el baúl del auto o bien son utilizados por los carreros, como es el caso del mismo predio del aeropuerto. En el espacio verde del parque del aeródromo, la falta de entendimiento de la vida en comunidad de algunos ciudadanos encontró un lugar, al resguardo de una pequeña zona de monte bajo, donde dejan la basura de sus hogares y eso es a metros de la pista. La montaña en ese espacio va creciendo, lo mismo que ocurre sobre el alambrado que divide al terreno del camino vecinal.

En plena ciudad, otro lugar llama la atención. En el acceso por la avenida de Los Inmigrantes (la calle 9), un amplio predio que era un terreno bajo en el que existía una laguna, hoy es un amplio depósito de basura que recibe a todo el que ingresa a Sáenz Peña. La depresión del terreno, que hacía que se acumule agua, hoy no existe porque con los residuos urbanos se niveló el suelo. En este contexto, es de mencionar que los espacios convertidos en basurales en plena ciudad son lugares ideales para la reproducción de alimañas que pueden llegar a transmitir enfermedades a los humanos.

TONELADAS SEMANALES

Los basurales en zona urbana o rural se reproducen y también se intensifica el trabajo de las maquinarias del municipio que intentan poner punto final al accionar, en un mensaje que no es entendido ya que a los pocos días esos basurales vuelven a surgir.

Los números precisos o una estadística cierta de cuántos kilos de residuos sólidos y otros desperdicios se recolectan no existen, porque no se realiza un control de cada uno de los camiones recolectores que recorren, en distintos horarios, todos los barrios. En los últimos años, a partir de la política se separación de los descartes reciclables, sí se está teniendo un conteo del material que ingresa a la planta recicladora.

Al no existir números oficiales locales sobre la cantidad de kilos de residuos húmedos que retiran los camiones, en la referencia nacional de poco más de un kilo por habitante, se estima que son cerca de ciento veinte toneladas diarias que no van al reciclaje.

Veinte hectáreas de basura

SÁENZ PEÑA (Agencia) El predio en el que los camiones recolectores de residuos arrojan los desperdicios húmedos de generados por los hogares de la ciudad, se ubica por la calle 17 hacia el cardinal oeste, al borde de la zona urbanizada. El lugar fue designado hace décadas atrás y tiene aproximadamente veinte hectáreas, pero había sido habilitado provisoriamente cuando se tomó la determinación de cerrar el basural que estaba sobre la ruta 16, a metros del acceso a la ciudad de Saénz Peña.

Finalmente lo de provisorio se convirtió en permanente y hasta el día de hoy ese predio, no reúne ninguna medida de seguridad ya que no cuenta siquiera con cerramiento perimetral y varias familias viven en el lugar, siendo los residuos urbanos su medio de subsistencia. Los memoriosos cuentan que “cuando se determinó la clausura del basural que estaba sobre la ruta nacional 16, el proyecto final establecía la localización de un espacio sanitario en una reserva de la zona del ensanche norte, lo cual nunca se concretó” y los residuos domiciliarios siguieron acumulándose en el basurero de la calle 17 y en muchos otros lugares de la ciudad.

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