Lo hizo al denunciar la apropiación de tierras fiscales por parte del SITRAPP, conducido por el sindicalista opositor Carlos Laciar. El lote en cuestión ya fue devuelto a la provincia tras ejecutarse una orden de desalojo dispuesta por la justicia. “Hay sindicatos que no tienen actividad y sólo están para sacarle plata a la gente”, disparó el gobernador en obvia referencia al SITRAPP.
Beder sostuvo que “hacen un sindicato que no tiene actividad ni territorio para sacarle plata a la gente y robarle tierra al Estado, haciéndole creer a los afiliados que es un beneficio que les va a dar. Está mal y se tiene que terminar”.
Igual, no cerró las puertas. Dijo que el Estado le puede dar tierras porque es un sindicato pero que no vayan a usurpar. “Cortó una calle”, esgrimió finalmente.
Por su parte, el titular del gremio de trabajadores estatales desmintió la versión policial sobre la resistencia al proceder de la fuerza y la agresión por medio de piedras al efectuarse la orden de desalojo del predio que según el pertenece a SITRAPP. “No sabía por qué nos habían detenido, si por una contravención o por algo penal”, expresó.
Calificó como una “orden arbitraria” lo resuelto por el juez de instrucción Daniel Barría y consideró que el magistrado “tendría que haberse inhibido porque fue abogado de una de las familias que litigaron contra el gobierno por esas tierras”.
Seguidamente, indicó que la Provincia tiene “una escritura trucha firmada por Beder herrera cuando era vicegobernador. Por eso no la presentan, no la ponen”, argumentó.
Según Laciar, el ministro de Infraestructura Néstor “Bosetti dice que las tierras son del Estado y al mismo tiempo sostuvo que hay un trámite judicial”.
Para Laciar, tanto Bosetti como el secretario de Tierras, Ariel Puy Soria, son “funcionarios impresentables, alcahuetes que creen que le están haciendo un favor” al gobernador Beder Herrera, pero que en realidad “lo están enterrando más”.
Recordó que el pasado viernes mantuvo una reunión con ambos referentes gubernamentales, quienes habían planteado la posibilidad de que el SITRAPP cediera las tierras en conflicto a cambio de que el estado les otorgue otro terreno y les reconociera la inversión realizada en el lugar.
Por último, ratificó la intención de “defender a rajatabla” el predio.
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