La UCR bonaerense calienta motores con vistas a un año intenso

La UCR bonaerense calienta motores con vistas a un año intenso

Un tema se sucede detrás del otro y con la velocidad con que hoy circula la información se deben contar con los reflejos necesarios para, al menos, dar una opinión e instalarla públicamente.

La aclaración es oportuna por hechos noticiables que fueron disruptivos y provocativos en la esfera nacional y provincial y que demandó a la misma oposición, y a sus partidos integrantes, a salir del silencio y, como se dice en la jerga política, “dejar de hacer la plancha”.

No es el contexto en el que mejor quiere desenvolverse el titular del comité provincia, Maximiliano Abad, quien pudo sofocar a tiempo algunas situaciones de apuro que ofrecían tanto la marcha contra la Corte de la Nación, la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque oficialista en la Cámara de Diputados, como así también en provincia la tragedia del conurbano y la cocaína envenenada que ya provocó, al menos, una veintena de víctimas fatales.

Más allá de sus previsibles reacciones –que no difirieron en promedio del sinfín de portavoces que integran la mesa de la coalición Juntos– las intervenciones fueron calificadas como necesarias y oportunas dada la delicadeza institucional y social de tales episodios.

Toda la cartelera de las malas nuevas noticias convive con un tenso contexto en el cual el referente provincial del partido centenario debe seguir calmando las aguas después de la nueva ley de las reelecciones, pero también con tomas de decisiones importantes como cobertura de cargos para la oposición en ámbitos clave como, por caso, la Corte provincial, donde hay entre tres y cuatro vacantes para cubrir y que, según se cree, habrá que compartir decisiones con el oficialismo.

Mientras tanto, Abad y el radicalismo capitalizan lo que consideran una batalla ganada y es el reclamo de instalar para el presente año las clases presenciales y resaltar cuando varios funcionarios educativos del oficialismo hacen una autocrítica encubierta y disimulada por la salida del sistema de cientos de miles de alumnos del sistema educativo. 

CAPITALIZACIÓN

Desde el radicalismo se apropian bastante de ese triunfo debido a su prédica sistemática que tuvo a sus legisladores en esa trinchera temática. Muchos correligionarios que peinan canas recuerdan con entusiasmo aquella campaña contra la famosa reforma federal educativa del menemismo por la cual se trasladaba la responsabilidad de la gestión y de los recursos a cada una de las provincias. 

Corría el año 1995 y la UCR de entonces se puso a la cabeza esa resistencia y levantó mucho su imagen e intención de voto, según se recuerda. Ese mayor posicionamiento luego derivó en un importante caudal electoral y la alianza con el FREPASO.

Seguramente este tipo de campañas con saldo positivo alientan a la conducción del radicalismo provincial a generar un posicionamiento más intenso y regular que el que pueda dar un solo asunto público.  

POSICIONAMIENTO

Ahora, la idea que circula es la de un fortalecimiento presencial y virtual.  Haciéndolo de manera coordinada entre autoridades partidarias y legislativas e intendentes. 

Emulando tal vez a lo que viene realizando la UCR nacional desde la presidencia de Alfredo Cornejo, con una llegada directa al afiliado y simpatizante con contenidos en ritmo de tiempo real, con las efemérides más importantes, pero sobre todo, con las reacciones en vivo y en directo con los principales temas de agenda periodística.

Abad no es de emular, sino que proviene de alguna etapa de nativo digital que ha sabido explotar, incluso para su carrera personal, la producción y generación de contenidos políticos en ámbitos telemáticos. Posiblemente esta práctica, pero a nivel institucional, se vea con mayor intensidad desde marzo. Mes de inicio formal del año político donde se librarán batallas importantes y con poca pausa dado que, como se sospecha, empezará a alentarse la disputa electoral por el 2023.

Allí se percibirá el estilo de un titular del comité provincia que estaría apostando alguna ficha para una carrera provincial que lo ubique encabezando una fórmula para competir en primarias por la sucesión de Axel Kicillof o, como alternativa, insertar a una correligionaria (¿Alejandra Lordén?) en una fórmula para la gobernación, aunque esta última sea la opción más lejana.

Comentá la nota