El primer mes del año, especial por su carácter electoral, se va terminando, en medio de un clima de agitación interna en las filas del PRO.

Tras la multiplicación de aspirantes, postulantes y precandidatos, tanto a nivel nacional como provincial, el partido “amarillo” buscará ordenarse. O, al menos, comenzar a visualizar un futuro ordenado de cara al proceso electoral que se vivirá en 2023.

Para eso, los miembros de la mesa de conducción del espacio en la provincia de Buenos Aires comenzaron a enviar la convocatoria a una reunión, que tendrá lugar el próximo viernes 3 de febrero en Olavarría. Acudirán legisladores, intendentes y algunos referentes bonaerenses: los denominados sin tierra.

Allí, en el distrito que conduce el intendente Ezequiel Galli, un hombre del riñón macrista, se pondrá en discusión lo que cada sector interno propone para definir candidaturas en territorio bonaerense.

“En la Provincia tenemos dependencia de lo nacional”, señaló a La Tecla.info un dirigente con peso nacional. Y explicó su pensamiento: “Acá (en la provincia) hay muchos candidatos, muchos aspirantes, y muchos de ellos responden a la disputa que ya está instalada entre Horacio Rodríguez Larreta y Pato (Patricia) Bullrich. Todo eso repercute en la Provincia”.

La cita tiene su lógica. En tierras bonaerenses ya se han lanzado, con la idea de suceder a Axel Kicillof, Diego Santilli -hombre del jefe de Gobierno porteño- y Cristian Ritondo, referenciado en María Eugenia Vidal. Además, se han sumado varios intendentes con aspiraciones, como Néstor Grindetti (cercano a Mauricio Macri); Diego Valenzuela (vinculado a Santilli, aunque aún no “blanqueó” sus pretensiones provinciales) y Javier Iguacel, que busca el apoyo de Bullrich, lo mismo que el senador Joaquín De la Torre, exintendente de San Miguel y proveniente del peronismo no K.

Según pudo saber este medio, iniciando el segundo mes del año comenzará el debate sobre los mecanismos para disputar los espacios disponibles, con la idea de que hay un solo postulante para la gobernación.

Claro que la tarea no será fácil, ya que deben encontrar consenso para definir al hombre o la mujer señalada. Las opciones: una interna en el seno del PRO, una encuesta que catapulte al mejor posicionado y alguna otra fórmula novedosa.

Demás está decir que cada alternativa incide, y es influenciada a la vez, por la necesidad de acordar comunes denominadores con sus socios en Juntos, especialmente la UCR.

El radicalismo acaba de lanzar la precandidatura a la gobernación del titular del Comité Provincia, Maximiliano Abad, referenciado en Facundo Manes, mientras que en la carrera también se anotó el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, quien tejió una alianza política con el senador nacional Martín Lousteau.

Los boina blanca parecen decididos a ir por todo, por lo que será vital para la alianza explorar caminos de entendimiento. Uno de ellos podría ser el de las fórmulas cruzadas (gobernador de un partido, el vice del otro), aunque esto también estará condicionado por la definición nacional.

En los municipios las cosas parecen más claras, ya que hay acuerdo para que no hay interna en los distritos que gobierna un alcalde PRO, e ir a fondo por los municipios en los que manda un radical.