Por: Yanina Soria.

Después de varios meses sin actividad partidaria orgánica producto de la pandemia y de la necesidad de focalizar en la gestión y destinar todos los recursos al manejo de la crisis, el PJ Capital reunió a su dirigencia de manera virtual. Lo que dejó el encuentro en términos políticos, se lee más en el plano de lo simbólico ya que no fue una reunión convocada para tomar definiciones ni arengar electoralmente.

Sin embargo, la presencia de Alejandra Vigo, Martín Llaryora y los principales referentes de la Junta Capital ya de por sí es todo un dato en un año donde hubo escaso margen para el juego político. El acto se dio en el marco del cierre de la semana de la militancia justicialista que incluyó, además, actividades por las redes sociales.

Y aunque el principal propósito fue agradecer el trabajo realizado durante los meses de emergencia sanitaria en Córdoba, sobrevoló un objetivo mucho más político: refrendar al tándem Martín Llaryora- Alejandra Vigo como máximos exponentes del PJ capitalino.

Aunque no hubo alusiones sobre a los próximos desafíos políticos del justicialismo local (como la definición de las autoridades partidarias), la diputada nacional y el intendente mostraron que la sociedad que forjaron antes del 12 de mayo del 2019, viene bien y que tiene futuro.

Hacia adentro quedó claro que Llaryora será el próximo presidente del PJ Capital, mientras que Vigo seguirá como conductora política; al menos hasta el ´23 cuando el escenario podría cambiar para todos.

Y aunque para muchos esa “articulación” suene a un doble comando riesgoso, desde adentro aclaran que se trata de liderazgos complementarios: el intendente es quien gobierna y, por ende, quien debe presidir la estructura capitalina; mientras que la ex funcionaria provincial aporta la militancia orgánica y le imprime dinámica política a un órgano que, durante muchos años, fue sólo una cáscara vacía.

El terreno de la virtualidad no es el que hubiese elegido justamente la militancia peronista para encontrarse después de tanto tiempo. Sin embargo y pese las limitaciones de la tecnología y algunas quejas en el diseño de la propuesta, desde la organización aseguran que la iniciativa rindió y fue efectiva.

Reunir a todos los sectores en el tramo final del año, bajarles un mensaje alentador, mostrarse activos para lo que viene y ratificar el pleno acompañamiento a la gestión municipal en tiempos complejos (y de embates con el Suoem, especialmente) fueron algunas de las ideas que motivaron la jornada.

Para gran parte del viguismo, Llaryora representa la “esperanza peronista pos Schiaretti” y allí van todos los respaldos. Por eso, frente a cada decisión de peso que le vale críticas al jefe comunal, casi en simultáneo, la dirigente capitalina bombardea las redes con señales de apoyo.

La convocatoria estuvo a cargo del núcleo duro viguista, sin embargo, participaron otros dirigentes como la legisladora Natalia de la Sota y sus concejales; el viceintendente Daniel Passerini; Ricardo Moreno de las 62 Organizaciones; el legislador y titular del SEP, Pepe Pihen, entre otros.

Abrió el acto el diputado nacional Paulo Cassinerio, le siguió la referente del Movimiento Evita, Rosalía Cáceres; luego la actual presidenta del PJ Capital, la ministra Claudia Martínez. La cuota del delasotismo estuvo cubierta con los discursos de la hija del ex gobernador, Natalia de la Sota, y del viceintendente Daniel Passerini. Al cierre hizo uso de la palabra Vigo y finalmente Llaryora.

Pero también fueron de la partida, los legisladores Leonardo Limia, Diego Hak y Nadia Fernández; los ministros Walter Grahovac (Educación), Omar Sereno (Trabajo) y Laura Jure (Promoción del Empleo); los concejales Juan Viola, Sandra Trigo, Pablo Ovejeros. Herman Olivero, Victoria Flores, Marcelo Rodio y Raúl La Cava fueron, entre otros, parte de los dirigentes presentes.