Carne: "Hay que tener las exportaciones abiertas"

Carne:

El ministro de Producción, Ciencia y Tecnología de Santa Fe aseguró que la carne que se exporta no son cortes que se consumen en el mercado interno

“Hay que tener las exportaciones abiertas porque sinceramente con esta medida no se resuelve absolutamente nada”, dijo el ministro de Producción, Ciencia y Tecnología, Daniel Costamagna y destacó que la carne ha aumentado desde que cerraron las exportaciones.

En diálogo con el programa radial Ahí Vamos, transmitido de 9 a 12 por FM 106.3, el ministro Daniel Costamagna aseguró: “Lo que hay que hacer es producir más, generar mecanismos de aliento para que haya carne para los argentinos y para que haya una matriz exportadora que nos permita ingresar divisas y mejorar la ecuación económica de todo el sistema productivo”

Opinó que “se puede hacer perfectamente pero no hay que equivocarse en la estrategia”. El conductor del programa Daniel Delfino mencionó que el cierre de las exportaciones fue una receta que ya se ha experimentado hace unos 15 años, a lo que el ministro de Producción agregó: “Nos costó 10 millones de cabezas”.

“Genera un perjuicio muy importante para el país”

Así calificó Costamagna la medida tomada por el gobierno nacional y aseguró que luego de reunirse este martes con el gremio de la carne “la preocupación y la angustia que se percibe es muy importante”.

“Son 16.000 puestos de trabajo, 10.000 de la industria más miles de carnicerías, cientos de distribuidores y matarifes, y miles de productores. Nos preocupa a todos los santafesinos”, dijo el ministro de Producción.

El funcionario precisó que son más de 20.000 ganaderos en la provincia de Santa Fe, la primera exportadora del país. “Estas cuestiones son trascendentales; tienen que ver con la producción y con el consumidor. Nosotros planteamos claramente que lo que se exporta justamente no son los cortes que se consumen en el mercado interno”.

Y remarcó: “En su gran mayoría te diría que entre el 70 y el 80 de lo que se exporta no se consume aquí; son vacas por lo general que han terminado su ciclo tanto en la lechería como en la ganadería. Por lo tanto, hay que explicarle bien a la gente que esto no resuelve el problema”.

La solución

En esta línea, aseguró que hay dos tipos de carnes distintas: una es la cara que se produce en el sistema de feedlot que muchas veces vale entre 800 y 900 pesos el kilo de asado; y por otro lado está el asado de novillo de exportación de muy buena calidad. Precisó que este es el que se consumió toda la vida hasta que aparecieron estos sistemas de corrales o feedlots y que los costos de producción son mucho más altos. “Entonces lo otro es un asado que vale 600 pesos o cortes para la milanesa que valen también alrededor de ese dinero, que son un 30 o 40 por ciento más barato y que sinceramente la gente no los prefiere o no los consume”.

Daniel Costamagna planteó que la propuesta del gobierno de Perotti es que se incremente la oferta de estos cortes en todo el territorio nacional y que “para ello se propuso un esfuerzo mayor a la industria exportadora, pero a la vez trabajar fuerte a todos los actores del mercado interno”.

Sobre los rumores de subfacturación dijo que "son cuestiones que se fueron aclarando y otras están en vías de esclarecerse” pero que en el caso de Santa Fe no eran subfacturaciones sino cambios en la nomenclatura en las exportaciones. No obstante afirmó que “el tema hay que abordarlo tanto en la exportación como en el mercado interno” y opinó que “no puede ser que haya pícaros en esto que perjudiquen a la producción y al consumidor”. Y agregó: “Hay ciertas cuestiones o irregularidades que son importantes decirlas o controlarlas, porque sino el que termina pagando es el que va a la carnicería, lo que la carne a veces no vale”.

“Lo que proponemos es que se sienten todos los que tienen que ver con esto. En la intermediación entre el productor y el consumidor hay actores como la industria, la distribución, los matarifes, abastecedores, supermercados, las carnicerías. Yo creo que en esto es central que haya un lineamiento y una transparencia en toda la cadena teniendo bien claro cuales son los problemas, cómo abordarlos y justamente pensando en el consumidor”, aseguró el ministro.

Más carne, menos vacas

“Todos los programas que vayamos a hacer para medir en el largo plazo y que tiendan a aumentar la producción y a mejorar el precio de la carne se debe hacer teniendo las exportaciones abiertas porque hoy el productor no sabe adónde vender sus vacas”, aseguró el ministro Costamagna.

“Estamos en un período en que son vacas que van a China, que no se consumen aquí, y que realmente es importante sacarlas porque de lo contrario estamos perjudicando al primero que inicia la cadena que es el criador. Hay que ser muy cuidadosos en estos temas porque son muy sensibles; los ciclos ganaderos son largos y las cosas que hacemos hoy van a repercutir en los próximos tres o cuatro años”.

Ante la consulta del analista Héctor Ruiz, el ministro confirmó que la producción de toneladas de carne está amesetada, desde aproximadamente 2014. “La Argentina produce alrededor de 4.200.000 toneladas de carne, de las cuales se exporta el 30%, lo otro queda en el mercado interno”.

Sobre esto, Costamagna aclaró que “es más importante hablar de producción que de stock” porque “en realidad lo que ha mejorado es la eficiencia”. “Podemos tener el mismo número de vacas pero producir más carne, justamente eso ha mejorado en la provincia de Santa Fe”.

Según sus datos, la producción está en 4.200.000 toneladas, por lo que si se divide por los 45 millones de argentinos se calcula que una persona consume 42 kilos de carne vacuna por año. El consumo de pollo está alrededor de 40 kilos y el de cerdo se triplicó en la última década: hoy alcanza los 17 kilos por habitante por año. El ministro aseguró que hace un total de 110 kilos de proteína por persona y que es un número “más que bueno, que está dentro de los mejores, pero en una matriz alimentaria diversificada”.

“Lo que uno trata con esto es de propender a una mayor producción de carne bovina, cuidar y tener en el mercado interno los cortes que los argentinos queremos comer, fundamentalmente el asado y la carne para la milanesa y el estofado, y librar a la exportación aquellos que no se consumen y que posibilitan sostener a la producción y mejorar la ecuación de muchísimos ganaderos. Yo creo que todo se puede hacer y por lo tanto ese es el gran desafío que tenemos por delante”, concluyó.

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