Gay: "Es cierto que el Gobierno perdió capital político y la batalla de la comunicación al explicar aumentos"

Gay:

El intendente de Bahía Blanca respalda las medidas del Gobierno nacional, aunque advierte que Macri “ha perdido capital político” con las últimas reformas. Pronostica "un año complicado". “Cambiar, a veces, implica tomar decisiones que no siempre son gratas”

“Aunque las dificultades persistan, la gente ha visto un trabajo serio, un trabajo responsable”, señala el intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay, al hacer un balance sobre el respaldo electoral de octubre frente a la tensión social que provocan muchas medidas económicas del Gobierno nacional.

Como representante del oficialismo en una de las tres grandes ciudades de la provincia de Buenos Aires, defiende las decisiones políticas del presidente Mauricio Macri, aunque considera que el Gobierno “perdió la batalla de la comunicación” al momento de explicar la razón de los aumentos en los servicios y del paquete de reformas.

Gay integra la tropa de los 69 intendentes de Cambiemos en suelo bonaerense. Vidalista de la primera hora, fue el que rompió el hielo a la hora de aplicar en su administración una reducción del gasto público tal como lo pidió María Eugenia Vidal. En diálogo con Letra P, atribuye a la mandataria provincial el hecho de que no haya “fisuras” entre los jefes comunales oficialistas. “La gobernadora ha dado muestras de un coraje que muchos pensaban que no tenía”, dice al referirse a la resistencia de algunos pares en el inicio de la gestión.

DE VACACIONES.

"En algún momento del año me las tomaré, pero no va a ser en el verano", responde Gay y argumenta que quiere terminar de resolver las últimas medidas que adoptó en la administración. Sin embargo, acomodó su agenda para estar un poco más de tiempo con su familia, hacer actividad física y concluir lecturas pendientes: la biografía del presidente Mauricio Macri, de Laura Di Marco, y "Balcarce", de Alejandro Borensztein.

-¿Cómo se responde, siendo intendente oficialista, ante la tensión social que provocan algunas medidas del Gobierno nacional, como las reformas y el aumento de los servicios y de la nafta?

-Me parece que hay que explicar, sobre todo en el caso de los servicios, a qué nos llevó la política de subsidios indiscriminados. Hay muchos que no lo entienden. Hay otros que lo entienden, pero que tienen dificultades para llegar a fin de mes porque a veces los ingresos no tienen el mismo correlato. Este año va a ser complicado, pero creo que será el último para llegar al equilibrio. En el caso de la reforma previsional, creo que no hubo una buena comunicación, que se perdió la batalla de la comunicación respecto del verdadero alcance de la modificación.

-¿Fue apresurado que lo aplicaran inmediatamente después de las elecciones?

-Estando lejos de las próximas elecciones se podían tomar decisiones de fondo. Es cierto que el Gobierno ha perdido capital político, pero el punto es que vinimos a cambiar cosas y cambiar, a veces, implica tomar decisiones que no siempre son gratas.

-Fue uno de los primeros intendentes en aplicar un achique de gastos. ¿La situación económica del municipio necesitaba un ajuste o respondió al pedido de la gobernadora?

-Entendimos rápidamente el mensaje de la gobernadora y después de las elecciones, donde tuvimos resultados excelentes, vimos que, lejos de ser un cheque en blanco, se necesitaba profundizar el compromiso con la gestión y la gente. Después de dos años de experiencia, era un momento ideal para relanzar la gestión. Resolvimos una reestructuración que comenzó por la planta política para optimizar la gestión. Eso también redunda en un beneficio económico para que se pueda volcar con más obras.

-Esa reestructuración le trajo inconvenientes con los trabajadores. ¿Cómo hace un intendente para atender pedidos adversos? Por un lado, el reclamo de los trabajadores y por el otro, los recortes que impulsa la gobernadora.

-Tomamos algunas medidas de austeridad que, obviamente, generaron alguna resistencia, pero, también, adhesión de parte la ciudadanía, que es la que monitorea cómo se gastan los recursos. Si uno aumenta entre el 27 y el 30% las tasas municipales y, por otro lado, ve que no se achica el gasto, evidentemente, ese crédito se va agotando. Se va entendido de a poco, en base a diálogo y consenso.

 

MEDIDAS. Entre otras decisiones, bajó 16 cargos políticos, cerró contratos, reprogramó las ampliaciones horarias en acuerdo con los sindicatos, decretó el congelamiento de las vacantes, por lo menos hasta el 31 de junio del 2018; aplicó un corte del 70% en horas extras y consiguió la adhesión en el Concejo Deliberante a la ley de Responsabilidad Fiscal.

-La mayoría de los intendentes de Cambiemos expresó su respaldo a la ley de Responsabilidad Fiscal, pero no todos avanzarán con medidas de austeridad. ¿No hay margen para discutir las propuestas de la gobernadora dentro de la, estructura de intendentes oficialistas?

-Cuando uno repasa los distintos puntos de la ley, es difícil no estar de acuerdo. Son puntos que hablan de una administración seria. Si no tengo la casa en orden, cuando no me alcanza la plata, no puedo ir a pedir el salvavidas de la Provincia, porque no me lo van a dar, y está bien que sea así. Esto es una cuestión de responsabilidad. Esa ecuación está cambiando. Hay que ir adaptándose. Eso se discutió en el foro y la mayoría lo entiende.

-Al principio de la gestión de Vidal, no todos los intendentes la respaldaban y muchos eran críticos, sobre todo, los radicales. Ahora eso cambió. ¿Qué fue lo que pasó en el medio?

-La gobernadora ha dado muestras de un coraje que muchos pensaban que no tenía. Ha sido muy difícil el legado que recibió y, sin embargo, en estos dos años ha dado muestras de coraje para enfrentar las mafias como las de la UOCRA, la corrupción en la Policía bonaerense, las reformas en el sistema penitenciario, la defensa de los derechos de los bonaerenses con el Fondo del Conurbano. Los intendentes en general y, sobre todo, a los de Cambiemos apoyamos porque lo sentimos. Hoy no hay fisuras: ya nadie habla de "vos sos radical, yo soy del Pro". 

-¿Es mérito de la gobernadora que no haya fisuras en el equipo de intendentes?

-Todo el mundo entendió que, frente a los problemas, había que trabajar en equipo. Puedo dar fe de que tenemos un contacto permanente entre los intendentes para solucionar los problemas y con el gobierno de la Provincia. Si hay un mérito del Gobierno bonaerense, es estar acerca. En dos años de gestión, la gobernadora vino ocho veces en visita oficial. Esto no tiene antecedentes.

-Habló de la detención de la cúpula de la UOCRA. En el caso local, relacionó al gremio con el kirchnerismo por la participación de un dirigente en una de las listas de Unidad Ciudadana. ¿Cómo se vincula con el peronismo local? ¿Tiene diálogo?

-Tenemos el diálogo natural que tiene que haber en democracia. En los dos primeros años de gestión, gobernamos sin mayoría en el Concejo Deliberante y no quedó ninguna ordenanza importante sin aprobar gracias al dialogo y el consenso. No quiero generalizar. Que uno de los detenidos sea un dirigente que fue candidato a concejal por el kirchnerismo no implica que el resto del kirchnerismo avale ese accionar.

-Tomando los resultados electorales, ¿a qué atribuye la victoria por más del 50% de los votos en un distrito que fue gobernado desde 2003 hasta su llegada por el peronismo?

-Buena parte de la sociedad se identifica con la propuesta de cambio. Aunque las dificultades persistan, la gente ha visto un trabajo serio, un trabajo responsable. En Bahía Blanca, veníamos complicados desde lo institucional, porque, por primera vez en la historia, se destituyó un intendente; por primera vez en la historia, un intendente fue electo y no asumió para irse a otro cargo y quien lo reemplazó se pasó de partido político antes de la mitad del término del mandato. La gente votó la posibilidad de tener un gobierno normal, lo que no quiere decir que ese 54% de apoyo en octubre 2017 garantice un traslado automático a 2019. (Letra P)

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