Claves para evitar la deshidratación

Claves para evitar la deshidratación

No hay que esperar a tener sed para hidratarse. La bebida ideal para realizarlo es el agua segura. Prestá atención a los signos y síntomas.

La deshidratación se produce por la pérdida excesiva de agua y minerales del organismo. Algunos de los signos y síntomas que pueden aparecer son dolor de cabeza, mareos, taquicardia, agitación, mal aliento, sequedad en la piel, labios paspados, confusión, cansancio, fatiga, somnolencia, falta de energía, pérdida de concentración o mal humor. En los casos más graves, puede presentarse una alteración del estado de consciencia.

Las causas de la deshidratación pueden ser variadas: estar expuesto a una ola de calor o a altas temperaturas, la realización de actividad, gastroenteritis, diabetes no tratada y enfermedades renales, entre otras, pero es fácil revertirla e inclusive prevenirla. Simplemente, hay que beber líquido.

“Puede ocurrir de forma lenta o muy rápida, según la forma en la que se pierda el líquido, la edad del paciente y las patologías preexistentes. La deshidratación grave es considerada una emergencia, ya que los órganos dejan de funcionar correctamente y, si no se trata de manera oportuna y adecuada, puede derivar en la muerte del paciente”, explica la Dra Valeria El Haj (MN 99291, MP 452172), médica especialista en urgencias y emergencias y directora médica nacional de Ospedyc.

Algunos alimentos, como las frutas y verduras, también colaboran con la hidratación, pero se estima que solo en un 20%, el resto proviene de las bebidas ingeridas.

Lo ideal es beber por lo menos dos litros u ocho vasos de agua por día. En verano, se debe incrementar el consumo porque se pierde más líquido por la transpiración.

La correcta hidratación es importante para todos los seres humanos, con especial énfasis en los niños, lactantes, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas.

¿Qué beber?

La bebida más saludable es el agua segura o potable: no contiene calorías ni aditivos y es de fácil acceso. Las aguas minerales también son una buena alternativa. Está comprobado que los niveles de sodio que contienen no son significativos dentro de una dieta variada y completa.

Evitá las bebidas azucaradas y el alcohol. Si no sos de tomar agua, empezá de a poco. Inclusive, podés agregarle jugo de limón natural para que tenga gusto. Alterná con licuados de frutas con agua y hielo o jugos de frutas exprimidas –con moderación.

“En los casos de deshidratación leve o moderada, se debe tomar agua en pequeñas cantidades o consumir sales de rehidratación, solo si son indicadas por un profesional de la salud. Si se trata de un caso de deshidratación grave o el paciente no puede retener el líquido, se debe plantear la internación para la administración de líquidos y electrolitos por vía intravenosa”, dice la Dra El Haj.

6 consejos

– No esperes a tener sed para hidratarte.

– Llevá siempre una botellita con agua a dónde vayas.

– Cuando te sientes a trabajar, procurá tener siempre una botella, vaso o jarra con agua a la vista. Esto servirá de recordatorio.

– Acompañá todas las comidas que realices en el día con líquido.

– Incluí frutas y verduras en tu dieta.

– No hagas actividad física bajo el pleno rayo de sol y en horarios pico. Optá por hacerla a la sombra, temprano por la mañana o después de las 18.

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