Con la apertura de urnas en la Escuela Técnica N°3 se comienza a definir la futura conducción del Partido Justicialista de Mar del Plata. Juan Manuel Rapacioli se juega la reelección en la reedición del enfrentamiento de 2017 ante Eduardo Cóppola. Manino Iriart y Fernanda Raverta, respectivamente, los nombres detrás de las candidaturas que pelean más por el ego personal que por la representatividad partidaria.

Por un lado, Juan Manuel Rapacioli irá por la reelección, alineado al sector albertista del Frente de Todos, y con el respaldo de Rodolfo Manino Iriart, el director del Correo Argentino. Del otro, Eduardo Cóppola, referente de Luz y Fuerza e impulsado por la camporista Fernanda Raverta-titular de la Anses-, buscará destronarlo.

Tras la disputa que no ocurrió en las PASO de 2021, finalmente Iriart y Raverta se verán las caras en la contienda partidaria, ambos como candidatos a congresales. 

El agrupamiento de Iriart aspira a contener a todo el sector del PJ crítico de la conducción kirchnerista del peronismo en suelo bonaerense y se apuntala en el apoyo del sector albertista del Gobierno nacional, particularmente en el canciller Santiago Cafiero. Levantan la bandera de la ampliación del peronismo y el Frente de Todos para evitar un regreso de Juntos. También apuntan los cuestionamientos al ravertismo por ser, según entienden, los responsables de la derrota municipal por casi 20 puntos el año pasado, luego de haber quedado a poco menos de dos puntos en 2019.

En tanto, la carta ganadora del ravertismo es la contención en su lista de los principales espacios políticos vinculados al sindicalismo con candidatos de UOCRA, SADOP y SMATA, y el respaldo de la cúpula de la CGT (su titular, Miguel Guglielmotti, es apoderado de lista) y ambas CTA, los movimientos sociales y agrupaciones políticas. Además Raverta amplió el esquema con la incorporación del exsenador provincial de Cambiemos Lucas Fiorini, lo que permite llegar a un peronismo más de centroderecha.

Ninguno, claro está, asume responsabilidad por la inestabilidad de un peronismo que viene acumulando derrotas en el cuarto oscuro. Ambos dirigentes han tenido su protagonismo en los 66 años sin intendente justicialista en la ciudad, a lo que se suman 6 derrotas en las últimas 7 elecciones en la Quinta Sección. La contienda de hoy, en definitiva, emerge más como una batalla de egos más que por la representatividad partidaria.

A pesar de que hay unas 34.000 personas en condiciones de votar y de que se espera una fuerte movilización de los dos bandos, en principio no serían más de 4.000 los afiliados que se acercarán a las urnas.