Comer de los basurales europeos, el nuevo "estilo de vida" de inmigrantes argentinos

Comer de los basurales europeos, el nuevo

Dos jóvenes de nuestro país afirmaron en redes sociales que “en Copenhague es posible comer de la basura”, y causaron indignación en miles de personas que argumentaron que, lejos de una mejor calidad de vida, están romantizando la realidad de muchas personas que viven en la pobreza.

Cada vez son más los argentinos que, retomando las viejas costumbres de “cruzar el charco” en busca de una vida mejor, deciden emigran a otro país. De esta manera, dejando familiares y amigos en el país, agarran sus valijas y se sumergen en una nueva aventura con el pasaporte europeo en mano.

Algunos deciden registrar sus vivencias y compartirlas en redes sociales, para demostrarle a otros soñadores que sí se puede empezar de cero y dejar de lado el estrés económico que, muchas veces, les sopla la nuca a las nuevas generaciones que ya dan por hecho que jamás llegaran a comprarse una casa o ser independientes económicamente al cien por ciento.

Sin embargo, también hay situaciones en las que el recorte de realidad que se publica en las redes sociales tiene demasiados filtros como para permitir una apreciación detallada de la calidad de vida que les espera a los futuros inmigrantes argentinos.

Y cuando estos filtros fallan, los usuarios perciben que no todo es color de rosa. Por el contrario, existen muchos matices grises de los que no se habla cuando se afirma que afuera de Argentina, siempre se vive mejor. Un ejemplo de esto son dos argentinos que viajaron a Dinamarca a “mejorar su estilo de vida”, y mostraron en su cuenta de TikTok (@magiadeunviaje) su más reciente hábito adquirido: comer de los basurales de los supermercados.

Según relatan los jóvenes, dichos comercios tiran una importante cantidad de alimentos al finalizar cada jornada laboral. Desde frutas, verduras y carnes, hasta productos empaquetados que, pese a estar en perfecto estado, no pueden ser comercializados por lo que terminan desechados.

“En Copenhague es posible comer de la basura”, afirmaron en un video en el que muestran como seleccionan sus próximas comidas de un cesto de residuos. “Sandwichito 100% hecho con comida del tacho”, confesaron en otra publicación.

 

Rápidamente recibieron miles de reacciones de todo tipo en cada uno de sus posteos. Hay quienes consideran que esto no es “cirujear”, sino “sustentabilidad”, y justifican que de esta manera se le gana al sistema, que no repara en la hambruna que sufren muchas personas a diario.

No obstante, también están quienes los critican, porque lejos de estar mejor, simplemente están mostrando una versión más romantizada de lo que también ocurre en nuestro país, donde muchas personas deben acudir a los basurales para intentar encontrar algo para comer.

“¿Vas a vivir a Dinamarca a comer de la basura?”, “Aaah, pero cirujear en la Europa no es lo mismo que en Argentina”, comentó un usuario. “Para eso prefiero quedarme en Argentina, que sí puedo comprar en los supermercados”, argumentó otra usuaria. Los dueños de los videos explicaron que solo comen los productos empaquetados, evitando las carnes por las bacterias. Pero eso no fue suficiente para detener la oleada de críticas a lo que hacen.

Lo cierto, es que cada vez hay más situaciones como estas, y eso conlleva a que surjan interrogantes en quienes están interesados en vivir en otro país. ¿Comer de la basura en Europa es mejor que hacerlo en Argentina? ¿Es una mera elección, o un claro ejemplo de que no siempre se vive mejor afuera? ¿Tiene más dignidad quien se alimenta de la basura europea de quien lo hace en nuestro país?

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