Quizás para muchas personas sea desconocido el trabajo que se realiza en las tres centrales nucleares que hay en la Argentina: Atucha I, Atucha II (ambas en el partido de Zárate) y Embalse (en Córdoba). Las tres están a cargo de la generación de energía y bajo la coordinación de la empresa Nucleoeléctrica Argentina.

Diario Hoy dialogó con Lucas Castiglioni, presidente de Nucleoeléctrica Argentina, quien explicó cómo es el trabajo en las centrales y los detalles de los proyectos a futuro en materia energética.

―¿Qué representa haber alcanzado el récord

histórico de generación eléctrica anual de origen nuclear?

―Representa mucho para el sector nuclear que desde enero a septiembre se hayan generado 7.947.430 MWh, refleja que las centrales funcionaron de manera óptima. Hay que pensarlo en un contexto complejo, donde se tuvieron que aplicar estrictos protocolos para que nadie se contagie de Covid-19. Luego de batir este récord, nos encontramos en una parada programada de Atucha II, que es una vez cada 18 meses, para mantenimiento.

―¿Cuáles son esas intervenciones que se realizan en estas paradas?

―Tiene que ver con el reactor de las centrales, que lo estamos acondicionando para que cuando se ponga en marcha en diciembre podamos, en un periodo no mayor a seis meses, estar a plena potencia y tener Atucha II al 100%. En 2018, en la gestión anterior, hubo un problema en una de las bombas principales que hizo que bajara de potencia, y esta intervención va a garantizar que la retome. Eso nos aseguraría generar más megas y batir nuevos récords.

―¿Cuántas personas reciben energía a través de las tres centrales nucleares?

―Varía mucho porque al estar las familias en sus casas se consume más energía. Pero si hablamos de las condiciones de funcionamiento normales, cinco millones de hogares son alcanzados. Puede bajar un poco la capacidad si se da esta situación de mayor consumo.

 

―¿Cómo se mantiene el cuidado ambiental en medio de la producción de energía nuclear?

―Somos parte del pacto global de las Naciones Unidas y eso incluye la protección ambiental. En Embalse hay una reserva donde se cuida la flora y fauna autóctona, y en el caso de Atucha I y II tenemos una huerta comunitaria. Se genera una energía limpia y sustentable, nos interesa el cuidado y el resguardo del medio ambiente, no es un discurso, sino que se puede ver en cada una de ellas.

―¿Cuáles son los desafíos a mediano y largo plazo para avanzar en el desarrollo de la energía nuclear en la Argentina?

―Para continuar con la generación de energía nuclear necesitamos la pileta de almacenamiento en seco de elementos combustibles, para ubicar el combustible quemado. Nos encontramos con atraso en esa obra y hoy es prioritaria porque si no la tenemos no se puede generar energía. Luego hay que preparar la extensión de vida útil de Atucha I, proyectada para 2024, pero antes de eso tenemos que preparar los sistemas y la ingeniería. El proyecto de máxima es poder tener una nueva central nuclear.