Confirmado: Guzmán acelera negociación con el FMI y madura un acuerdo "sin vencedores ni vencidos"

Confirmado: Guzmán acelera negociación con el FMI y madura un acuerdo

Tal como adelantó iProfesional, el Gobierno buscará cerrar un programa con el FMI antes de mayo. Las dudas de un acuerdo "light" y el "riesgo Cristina"

El ministro de Economía, Martín Guzmán, confirmó que el Gobierno busca acelerar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Tal como adelantó iProfesional, el funcionario admitió que la idea original es tener cerrado el nuevo programa antes del vencimiento por u$s2.300 millones con el Club de París en mayo. Se sabe, para patear hacia adelante ese pago (y no entrar en mora) el país tiene que tener un programa con el Fondo o una "carta de intención" con el organismo. Por eso, y luego de que asumiera Joe Biden como presidente de Estados Unidos, tanto el ministro como el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, reflotaron las conversaciones. 

Fuentes ligadas al organismo internacional y al equipo económico concuerdan en algo muy puntual. El tipo de acuerdo al que se llegaría sería uno "light" donde la Argentina y el FMI salgan igualmente conformes. "Será uno en donde no habrá ni vencedores ni vencidos", resumió uno de ellos en diálogo con iProfesional. Claro que no lo llaman "light" sino uno "posible".

El Gobierno se plantó en no aceptar un ajuste fiscal demasiado exigente ni una devaluación del peso en el corto plazo; mientras que el organismo aceptaría un esquema muy gradual de mejora en las cuentas públicas (baja del déficit) y alguna promesa de reforma estructural en el futuro. "Un acuerdo poco ambicioso de ambos lados pero el posible en estas circunstancias", definió a este medio un ex negociador del organismo. 

 

El Presidente y el ministro de Economía confían en que se llegará a un entendimiento con el Fondo antes de mayo

Flores con Kristalina, guiños de Guzmán

 

El Gobierno en los últimos días emprendió una "campaña" para volver a instalar que el país quiere tener un acuerdo con el FMI. No sólo Alberto Fernández dialogó en forma virtual con Kristalina Georgieva, un conversación en la que ambos se tiraron flores, sino que el presidente ratificó esa "alianza" durante su participación en el Foro de Davos. 

"El diálogo con el FMI está en marcha y ha sido hasta aquí muy constructivo. Tenemos un diálogo muy interesante con el FMI, en particular yo con Kristalina Georgieva. Ella y yo tenemos una misma mirada, tenemos una visión común del mundo, obviamente no nos paramos del mismo lado del mostrador, ella tiene una tarea al frente del FMI", dijo Fernández. Pero, acto seguido, ratificó la "buena onda": "Ella -en referencia a Georgieva- es muy buena interpretando lo que le pasa a la Argentina", afirmó el presidente. 

"Tenemos que hacer un esfuerzo para gradualmente reducir el déficit fiscal y reconstruir las reservas para lograr una economía estable, creo que Kristalina entiende esto y cree en nosotros", dijo el jefe del Estado, para luego subrayar que "Kristalina cree en nosotros y hace bien en creernos".

Tanto el Presidente como Guzmán, que confirmó el deseo de cerrar el acuerdo en mayo durante una entrevista a Latin Finance, repiten el mantra del "gradual ajuste fiscal". "No hay más lugar para ajustes irresponsables imposibles de cumplir que perjudican la credibilidad tanto de nosotros como dirigentes como de quienes otorgan con asistencias irreales", dijo Fernández en el Foro (virtual) de Davos. "Nuestro entendimiento común es que la recuperación económica es una condición necesaria para la estabilización. Y, al mismo tiempo, la sostenibilidad fiscal es un pilar de la estabilidad económica", advirtió Guzmán, a Latin Finance. 

La entidad estadounidense cree que hay riesgos de un acuerdo de "baja calidad" El riesgo de que no cambie nada

 

La Argentina, tal como viene repitiendo, pedirá un sendero de ajuste fiscal y de políticas macroeconómicas muy gradual que tiene el riesgo de tener un efecto muy acotado en las expectativas. El mercado financiero, en los últimos meses, sobrevive con la esperanza de que un acuerdo con el FMI le permitirá al país levantar la cabeza y volver a ser medianamente atractiva. La indefinición y la falta de estímulo a posicionarse en activos locales hace que los bonos rindan 16% en dólares y que las acciones coticen como un mercado de Frontera. 

Para Wall Street, incluso, es más probable que el nuevo programa que negocie la Argentina con el organismo deje conforme sólo a ellos dos pero no así al mercado ni al mundo empresario. Léase, que la perspectiva con el país no cambió post acuerdo. Algo muy similar a lo que pasó luego de la reestructuración de la deuda. Guzmán cerró con una aceptación de casi 100% pero como no había un plan económico, los inversores que recibieron esos títulos los salieron a vender a mansalva. Ahora, el riesgo a que el acuerdo con el Fondo "decepcione" está más latente que nunca. 

JPMorgan fue uno de los que dijo esto en forma pública. Afirmó que no era optimista de que abordarían las "fricciones" clave que pesan sobre la inversión, las exportaciones y, por lo tanto, la actividad económica. "Además, existe un riesgo creciente de un programa de baja calidad. Implicando simplemente la eliminación de las presiones de corto plazo sobre las cuentas externas de Argentina", dice la entidad estadounidense. 

La vicepresidenta tiene una visión más disruptiva con el FMI a diferencia de Guzmán y AlbertoUn test para el ala más dura del kirchnerismo

 

Las dudas que podrían demorar un acuerdo no están del lado del staff del Fondo ni del equipo económico o el Presidente. Están, en realidad, desde los que detentan algún "poder externo" en la negociación y la toma de decisiones. Por el lado del FMI, es clave la posición de Estados Unidos. La llegada de Joe Biden le abre la puerta a la Argentina a tener una relación algo más estrecha con ese país. El embajador argentino en los Estados Unidos, Jorge Argüello, está trabajando para lograr lo antes posible una reunión cara a cara entre Fernández y Biden (ya tuvieron un primer contacto telefónico cuando el presidente estadounidense asumió). El mayor multilateralismo que se espera de su administración podría ayudar en el directorio del FMI para que salga más rápido un acuerdo con la Argentina. 

Y desde el lado local, el factor "desestabilizante" es la mismísima vicepresidenta. Cristina Fernández de Kirchner es la que está más en contra de aplicar cualquier tipo de "ajuste" en medio de un año electoral. CFK, que tiene una visión más disruptiva con el organismo a diferencia del Presidente y Guzmán, es la que fogoneó la idea (a través de voceros y referentes del kirchnerismo más duro) de que no haya acuerdo durante este 2021 o al menos hasta después de octubre. 

Claro que la idea de "no ceder" de Cristina choca con la cantidad de vencimientos que tiene el país con los organismos este año. Antes de las elecciones de este año hay que pagarle al organismo casi u$s1.000 millones de intereses trimestrales (en febrero, mayo y septiembre, por casi u$s300 millones cada pago). Además de los mencionados u$s2.300 millones al Club de París.

¿Querrá CFK defaultear a todos los organismos? ¿O pagar para tener más "libertad" de acción? No se sabe. Por un lado, no tiene la "billetera" que tuvo Néstor Kirchner para pagarle los u$s10.000 millones al Fondo y salir del organismo. Lo cierto es que la magnitud del ajuste y de lo que se le prometa al Fondo será discutido calurosamente entre el ala más moderada del Gobierno (Guzmán y el Presidente) y la más ultra (el kirchnerismo). Se verá qué visión termina prevaleciendo. Por ahora, lo que madura del elenco oficial que está negociando y del staff del Fondo es un acuerdo "sin vencedores ni vencidos". 

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