Conflictividad laboral y pandemia: la crisis económica y el aislamiento disparan los reclamos

Conflictividad laboral y pandemia: la crisis económica y el aislamiento disparan los reclamos

Luego de un par de meses se tranquilidad, de la mano de los problemas salariales y laborales aumentaron los conflictos en todo el país y todas las actividades. Las aperturas sacaron a los trabajadores a la calle, como pasó esta semana con la marcha de los empleados de Latam, los metalúrgicos de Cri Calviño y los estatales de la ANAC. Un informe recopiló la mayor cantidad de casos, y analizó su evolución durante la cuarentena.

Por: Diego Lanese.

En los primeros días de abril de este año, luego de una serie de despidos, los trabajadores del frigorífico Penta en Quilmes protestaban frente a la planta, cuando la policía los reprimió violentamente. A poco más de 20 días de que se decretara el aislamiento social obligatorio, esta fue la primera protesta gremial, que terminó violentamente. A partir de allí, la conflictividad durante la pandemia estuvo frenada, hasta que con el correr de los meses se fue intensificando, hasta que en estos días evidencia un alarmante aumento. Las primeras protestas durante la pandemia apuntaron a condiciones laborales, en especial la falta de protocolos sanitarios, para luego dar lugar a conflictos por suspensiones y pagos de haberes. Ahora, los problemas están vinculados a paritarias e incrementos salariales.

Un informe reciente asegura que “la conflictividad laboral fue incrementando su intensidad”, como sucedió esta semana en Florencia Varela, donde trabajadores de la metalúrgica Gri Calviño temieron por un desalojo violento de la planta, tomada pacíficamente para rechazar nuevos despidos y deudas salariales. Incluso en el Estado los conflictos se multiplican, y sólo esta semana hubo protesta de trabajadores de la salud y de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), para citar dos situaciones concretas. Los gremios temen que la crisis económica y social profundice el deterioro del mercado laboral, y potencie estos problemas.

Como los contagios de coronavirus, los conflictos gremiales fueron trepando de manera sostenida desde el inicio de la pandemia, y en los últimos meses tuvieron un pico de crecimiento, producto de la crisis económica y otros factores. En este sentido, el Observatorio del Derecho Social, la entidad de la CTA Autónoma que realiza análisis de la situación laboral del país, recopiló lo sucedido en pandemia respecto al mercado laboral. “La conflictividad laboral fue incrementando su intensidad al tiempo que los problemas de los y las trabajadoras se fueron agravando”, aseguró el trabajo, al que tuvo acceso Gestión Sindical.

La entidad afirmó que “si en un comienzo las acciones giraron en torno a medidas de baja intensidad, como denuncias y acciones comunicacionales, poco a poco, frente a los incumplimientos patronales empezaron a proliferar paros, acampes, protestas, movilizaciones y piquetes”. Una de las primeras formas de conflicto fueron las demandas de cumplimiento de cuidados para evitar contagios en el ámbito laboral. Luego, dieron lugar las protestas para enfrentar despidos o descuentos salariales, y en una tercera instancia llegaron los pedidos de recomposición salarial.

“Estos conflictos ocurren en un marco donde la posibilidad de realizar acciones se encuentra limitada por distintos factores”, afirmó el observatorio.

Además, limitó la protesta sindical “la disgregación que provoca la situación de teletrabajo en distintos sectores y les trabajadores que se encuentran licenciados por ser personas de riesgo”. Como variantes de la conflictividad en pandemia, el observatorio alertó que algunas empresas “han recurrido a otras modalidades de recortes parciales que impactan principalmente sobre el salario, recurriendo para ello a suspensiones, pago de salarios en cuotas, recortes salariales sin argumento o argumentando quitas por presentismo, premios de productividad, deuda completa de los salarios”.

En este contexto, “las instancias de organización y resistencia de los trabajadores y sus organizaciones sindicales han estado presentes a lo largo del año. Algunas de ellas son sistematizadas en este informe, producto de un relevamiento de medios de prensa sindical de marzo a septiembre”.

Tensión en aumento

Desde aquella represión de abril en Penta, todas las semanas la tensión fue creciendo en el mercado del trabajo, con conflicto que fueron escalando. A medida que había mayores libertades para moverse, los trabajadores encabezaron marchas y protestas, y en las últimas semanas se dieron incluso actos, como el que realizó la CTA Autónoma de la Capital Federal, que se movilizaron al Ministerio de Trabajo nacional para pedir por la autorización de los nuevos gremios. Uno de los conflictos emblema de esta pandemia es el que se da en la aeronáutica Latam, que amenaza con irse del país y dejar a miles de empleados en la calle.

Esta semana, hubo una nueva marcha luego de siete meses de conflicto, como la realizada en octubre, donde se formó una mesa de negociación, con los gremios, los empelados autoconvocados y los ministerios de Trabajo y Transporte. Una fuente del sector le confirmó a Gestión Sindical que Latam “está volando sus rutas internacionales, con personal extranjero, lo que logró reducir de 3 mil a 400 su planta de trabajadores”. En esta mesa, adelantan, se buscará preservar las fuentes de trabajo. “El plan de lucha sigue”, afirmaron.

En tanto, en este tiempo los conflictos escalaron en intensidad, y pese a no permitirse los despidos, en muchos lugares se dieron. Esta semana, luego de unos 30 despidos, los trabajadores de la metalúrgica Cri Calviño tomaron pacíficamente la planta ubicada en Florencio Varela. El conflicto viene desde agosto, y en este momento hay una guardia de la policía en el lugar, lo que genera alarma por la idea de un desalojo violento. En este momento, la firma adeuda salarios, y según sus trabajadores generó un “lock-out” patronal.

Luego de una audiencia realizada en el Ministerio de Trabajo, los trabajadores informaron que la empresa busca “trabar la negociación”. “Ellos dicen que nosotros estamos rompiendo la conciliación obligatoria, porque estamos ocupando el estacionamiento de la planta”, explicó Cristian, uno de los voceros de los empleados.

En diálogo con Gestión Sindical, el trabajar recordó que muchos de sus compañeros “perdieron sus alquileres, por eso se quedan en el acampe en el lugar”. Además, recalcó que “la empresa denunció a los delegados para lograr su desafuero, algo que se está tratando en el sindicato”. Si al cierre de esta semana no se abonan los salarios, se plantea realizar alguna movilización o acto para darle “mayor visibilidad a lo que estamos pasando.

Estatales movilizados

Además de los conflictos que se dan en el sector privado, el estado es fuente de tensión. Es que si bien se garantizaron las fuentes de trabajo y los ingresos, hay cuestiones que obligaron a los estatales a movilizarse. Uno de los conflictos abiertos se da en la ANAC, encargada por estos días de la vuelta de los vuelos de cabotaje. Esta semana, la seccional ATE en ese organismo realizó una jornada de lucha de 48 horas, que concluyó con una caravana al Aeropuerto Internacional de Ezeiza este viernes.

Los pedidos de los trabajadores incluyen “la incorporación de personal para suplir los cargos del personal licenciado por ser personal de riesgo, el pago de un bono similar al que recibe el personal esencial, y el reencasillamiento del personal”.

“La caravana fue del Barrio Uno a la terminal internacional, para denunciar que si no se incorpora pernal es imposible garantizar el correcto funcionamiento de la ANAC”, afirmó al respecto Marcelo Belleli, coordinador nacional e ATE-ANAC. En diálogo con Gestión Sindical, el dirigente explicó que a uno de los reclamos es “que se logren criterios se seguridad para las operaciones, y así poder brindar el mejor servicio a los pasajeros de todas las operaciones aéreas”.

Incluso en el sector salud hay muchos conflictos abiertos. Quienes están al frente de la pandemia están reclamando por mejoras de salarios y de condiciones laborales, y en varias provincias están en pleno conflicto. En este sentido, en el informe del Observatorio del Derecho Social se alerta que al inicio de esta crisis “las organizaciones sindicales del sector ya por entonces advertían la existencia de obstáculos y falencias en el sector para afrontar la pandemia”.

“Se trata de reclamos históricos que se potencian en la situación actual. El desfinanciamiento y el desmantelamiento de la salud pública, la falta de personal, de

herramientas de trabajo, el déficit en la infraestructura, la precarización contractual, los magros salarios, los obstáculos para conseguir recategorizaciones, son parte del conjunto de demandas que les trabajadores y sus organizaciones han impulsado y visibilizado a lo largo de los últimos años”, concluyó el trabajo respecto al sector sanitario.

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