Correa, Siley y Kirchner se reunieron en aras de la construcción de la próxima dirigencia sindical y política

Correa, Siley y Kirchner se reunieron en aras de la construcción de la próxima dirigencia sindical y política

El y la dirigente sindical estuvieron planificando la formación y futuro de los próximos cuadros sindicales y políticos.

Walter Correa (Curtidores y diputado) y Vanesa Siley (Sitraju y diputada) se reunieron con Máximo Kirchner (diputado nacional) a los objetos de darle valor a un proyecto que cada día tiene más peso en el sindicalismo y se vincula directamente con la formación de nuevos cuadros sindicales y militantes políticos.

Los cursos de capacitación sindical han sido durante los últimos años formadores de militancia y también propulsores de jóvenes que observaron a la dirigencia gremial como un camino hacia cambiar realidades. Lo social, más aun en la Argentina, ha tomado relevancia dada la profunda desigualdad que se han enquistado y enraizado en el interior y centro del país.

Este proyecto formador de cuadros políticos y sindicales carece de una fecha concreta de lanzamiento pero durante la reunión entre Correa, Siley y Kirchner, se afinaron detalles de su estructura y el primer paso será instalarlo en la provincia de Buenos Aires. El objetivo soñador es diseminarlos a nivel nacional.

La particularidad de los cursos de formación es que los que participan adquieren un abanico nutrido de conocimientos en diferentes áreas como derecho laboral, conducción política y doctrina, historia del sindicalismo, peronismo y demás ramas y también se realizan actividades sociales en territorio. La intención es abarcar un panorama amplio de cara al traspaso generacional.

Las diferentes vertientes de las juventudes, tanto en la CGT como en la CTA, se encuentran “a punto caramelo” y con la vista puesta en ser los próximos nombres que conduzcan los hilos de sus gremios y que puedan a la vez cumplir con el mandato sindical de tener representantes en las cámaras. Ya existen dirigentes que no superan los 45 años y que se encuentran en la ebullición de su carrera y hasta muchos de ellos son o están por ser secretarios generales de sus gremios. Piden pista. Y la tromba juvenal está más a la orden del día que nunca.

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