POSADAS. “De un día para el otro dijeron que no iban a traer más. (Quizás) llevaron la olla para otro lado. Más o menos 80 personas comían de esa olla”, contó la vecina Amanda Castro, una residente del Barrio San Juan Diego, quien se mostró preocupada por el evidente deterioro en el tejido social con el corte de alimentos de la Cocina Centralizada del Ministerio de Desarrollo Social.

Castro admitió que hubo problemas de organización con una encargada de un merendero, pero recalcó que ahora “bajan pan” y “eso no ayuda a la gente”. “Cortaron esa comida, que duró un mes”, sostuvo Castro.

Consultada sobre las personas que hurgan en un basurero de la zona, Castro aseguró que no son sólo personas del Bº San Juan Diego, sino también de los barrios Néstor Kirchner, Los Patitos y Giovinazzo, “vienen a rebuscar de la basura. Se encuentra comida, cobre, hierro pesado. Por eso, en una época, le decíamos el shopping. Con mis hijos nunca vimos estas cosas”,dijo afligida.

Según Castro, “estábamos contentos con la olla y cuando sobraba, dábamos para la cena. La gente del basural mismo venía a comer. Hubo un tiempo en que eran más de 100 personas”, sostuvo.

Consultada sobre un incremento de las familias vulnerables en la zona, la mujer confirmó que está dándose ese proceso. “Son más de 100 personas. Ellos dicen que tienen un referente o delegado. En menos de un mes, se asentaron muchas personas. Si se censa, sería bueno porque cada uno agarra su pedazo y no queda como un asentamiento sino como un barrio”, opinó Castro.