Crece el peso de los alimentos en el salario durante el primer trimestre y ya llega al 32,9 %

Crece el peso de los alimentos en el salario durante el primer trimestre y ya llega al 32,9 %

Son cifras para marzo del Observatorio ODeP. Desde enero del año pasado, los alimentos aumentaron un 61 por ciento frente a una inflación del 56 por ciento.

“Durante el primer trimestre de 2022 ha crecido la participación de la canasta básica alimentaria en los ingresos de los trabajadores”. Esa es la principal conclusión a la que arribó el Observatorio para el Desarrollo Provincial (ODeP) en su último informe sobre el peso de los alimentos en el salario de los trabajadores registrados medidos por la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), un elemento que se agrava en el caso de los informales, quienes debido a la inflación perdieron en este período el 5 por ciento del poder adquisitivo de sus ingresos en lugar del uno por ciento que resignaron los trabajadores registrados.

Según se deprende del informe de la ODeP, una ONG conformada por profesionales de múltiples disciplinas que se desempeñan en el sector público y privado, desde diciembre de 2021 se interrumpió el ciclo descendente en el peso de los alimentos sobre los ingresos, y tanto en ese mes como en todos los de este año superó el 32 por ciento de los gastos familiares. Si bien el 32,9 por ciento del peso de la Canasta Básica Alimentaria en los salarios registrados de marzo es levemente menor al 33,3 por ciento medido para febrero, el guarismo sigue estando muy por encima de los últimos años, pues según el mismo ODEP entre los años 2016 y 2018 el peso osciló en el 27 por ciento, para llegar al 30,1 por ciento en 2019 y continuar ascendiendo al 31,4 por ciento en 2020 y 33 por ciento el año pasado.

La particularidad del año anterior fue que en enero tocó un pico de 34,8 por ciento, tras lo cual se logró una progresión descendente que se acentuó a partir de agosto y finalizó en noviembre con el 31,5 por ciento, pues a partir de ese mes no volvió a bajar de los 32 puntos. De hecho, durante el primer trimestre de este año, añadió el informe, salvo aceites y carnes, los demás siete rubros alimenticios experimentaron aumentos por encima del salario registrado.

Con todo, quienes se llevaron la peor parte fue el segmento más vulnerable de los trabajadores, es decir el millón y medio que cobran el Salario Mínimo, Vital y Móvil, pues de acuerdo al ODeP, en el mes de marzo la variación interanual del IPC de Alimentos y Bebidas superó por ocho puntos al incremento de estos salarios, con lo que la mayor suba que habían experimentado estos salarios frente al incremento de los alimentos en 2021, que fue del cinco por ciento, ya fue neutralizada y agudizada en este primer trimestre.

Factores locales e internacionales

De acuerdo a la ODeP, tomando la evolución de la inflación desde enero del año pasado, los alimentos subieron cinco puntos por encima inflación promedio, pues mientras que la inflación general fue del 56 por ciento, en los alimentos llegó al 61 puntos.

El relativo mayor aumento de los alimentos sobre la inflación general tiene también otras implicancias socioeconómicas. Por un lado, afecta mayormente a los sectores más vulnerables de la población, quienes destinan una mayor porción de su sueldo a la compra de alimentos, y por otro, afecta al mercado interno, pues el gasto que es orientado a necesidades básicas se resta del gasto de otros consumos, lo que incide en una menor demanda de bienes y servicios. No es casualidad, en este sentido, que la incidencia en la demanda agregada del consumo privado en 2021, de 61,8 por ciento haya sido según el Centro CIFRA de la CTA la menor del siglo XXI incluso por debajo de la gran crisis de 2001, ni que el consumo privado haya caído de forma ininterrumpida entre 2018 y 2020.

Según la ODeP, el actual proceso se vincula con el hecho de que “a los niveles altos de inflación local se le suma una tendencia alcista de los precios de los alimentos a escala global”.

Así, la combinación entre subas internacionales de alimentos derivadas del contexto bélico iniciado por la invasión de Rusia a Ucrania, junto a la falta de políticas efectivas por parte del gobierno nacional para impedir el impacto de esta situación global en los precios de los alimentos locales, está generando que las familias argentinas deban resignar consumos para afrontar el creciente peso de los alimentos en sus ingresos. De hecho, en declaraciones a Radio con Vos, el propio presidente Fernández afirmó que “el instrumento con el cual de desacopla más fácilmente los precios internos del precio internacional son las retenciones”, pero luego añadió que este tema “tendremos que ponerlo sobre la mesa y ver que dice la oposición”.

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