“No critico que Diego sea velado. Si critico las contradicciones de un Gobierno que no ha dejado velar 37 mil muertos, que 7500 formoseños no puedan aún ingresar a su provincia, que Abigail haya tenido que cruzar en brazos y Mauro haya muerto cruzando un río para volver a su casa”, escribió ayer el diputado de la UCR, Luis Petri, convirtiéndose en tendencia en Twitter.

Y hace minutos agregaba: “Millones de chicos sin ir a la escuela, el Congreso sin sesiones presenciales, fronteras interprovinciales cerradas y un gobierno que te pedía que te quedarás en tu casa en la cuarentena más larga del mundo, mientras el Presidente se comía asados con amigos y sindicalistas”.

“Qué cosa horrible, la necrofilia peronista. La apropiación, primero, de los ídolos populares. El uso y abuso, después. Finalmente, el intento de sacarle al muerto hasta la última gota de rentabilidad, y todo el fascismo militante atacando a quien no se pliega al coro. Un asco”, apuntó el diputado Fernando Iglesias también desde Twitter, criticando la utilización política y  la presencia de La Cámpora en la organización de los actos y manifestaciones en Plaza de Mayo.

En sintonía con los barrabravas, donde destacó la presencia de Rafael Di Zeo, el líder de "La 12" boquense, que ingresó a la Casa Rosada cerca de las 2 de la mañana. “La barrabrava elevada a modelo cultural. Otro legado del peronismo menemista perfeccionado por el peronismo K”, agregó Iglesias enojado.

El diputado retuiteó la frase del presidente, "Quiero que todos los argentinos que quieran despedir a Maradona puedan hacerlo", y agregó: “Puede ir el padre de Solange?”, marcando desde su mirada, la doble moral de un gobierno pregonó en el inicio de la pandemia su voluntad de preservar la vida ante todo, y hoy relaja los estándares.

“37.714 muertos. Doce puntos menos de PBI. Pobreza llegando al 50%. 3,5 millones de nuevos desocupados. Un año sin clases. Desaparecidos. Arrestados por violar la cuarentena muertos en las comisarías. Luis Espinosa. Facundo Astudillo. Solange. Abygail. HdP”, cerró Iglesias en su enojo twittero, que fue compartido por un cuantioso número, imponiendo hashtags contrarios al presidente.