El debate que se coló en la agenda legislativa, un Presidente con escaso apoyo local y la licitación inoportuna

El debate que se coló en la agenda legislativa, un Presidente con escaso apoyo local y la licitación inoportuna

Todos los entretelones de la política y el círculo rojo de Mar del Plata, conocelos en esta nota.

Una salida marcada por los antecedentes

La Cámara Marplatense de Empresas de Transporte Automotor de Pasajeros (Cametap) presentó formalmente un nuevo pedido para actualizar la tarifa del transporte público de pasajeros, para llevar el actual valor de $119,38 -que comenzó a regir en enero- a $209,38. El 75% surge del estudio de costos realizado por el sector, quien acusó que “la ecuación económica de nuestro contrato está sufriendo una grave distorsión” producto de la inflación.

De acuerdo a lo dispuesto por la Ley Orgánica de las Municipalidad (LOM) es competencia del Concejo Deliberante fijar la tarifa del transporte, por lo que la Cametap inició el correspondiente expediente, luego de la nota presentada al secretario de Gobierno, Santiago Bonifatti. Sin embargo, en todo el gobierno de Guillermo Montenegro el Concejo nunca votó un aumento, sino que delegó la función al intendente. Por caso, ello ocurrió con los últimos tres aumentos, luego que en marzo se autorizará transferir la competencia hasta el 31 de diciembre de 2022.

¿Por qué se apela a este recurso? Centralmente porque el oficialismo no tiene mayoría propia para aumentar el boleto y solo pudo conseguir el apoyo determinante de Acción Marplatense para delegar la responsabilidad al Ejecutivo. En el último caso, el Frente de Todos y Creciendo Juntos votaron en contra de dicha delegación.

¿Qué podría ocurrir ahora? La principal atención se centra en lo que hará Nicolás Lauría, quien cuestionó los distintos aumentos pero ahora tuvo un reacercamiento al oficialismo, desde donde obtuvo un apoyo vital para desbancar de la presidencia de la Comisión de Hacienda a su excompañero de bloque, Alejandro Carrancio. ¿Habrá devolución de favores? Es la pregunta que corre por los pasillos del Palacio Municipal desde que se conoció el nuevo pedido de aumento.

El voto de Lauría le alcanzaría al oficialismo para aprobar el aumento en el Concejo y evitar que sea el propio intendente el que tenga que ponerle la firma al incremento, una preferencia del gobierno en un año electoral. Sin embargo, el oficialismo aún tendría inconvenientes en la previa, en la Comisión de Legislación, donde no tiene mayoría. Si bien el tema recién está comenzando a ser debatido en los bloques del oficialismo, no se descarta como plan B apelar a una nueva delegación de facultades, salida que deberá ser consensuada con el Ejecutivo.

Ausencias marcadas

El martes, el presidente Alberto Fernández mantuvo una intensa agenda en Mar del Plata: inauguró oficialmente el nuevo edificio del Intema, puso en marcha los Juegos Nacional Evita de Playa en Chapadmalal y se reunió con los padres de Lucía Pérez.

Pese a ello, la presencia del primer mandatario se vio desdibujada por el anunció realizado minutos antes del acto en el edificio científico, donde planteó un conjunto de medidas para combatir al narcotráfico en Rosario. La propia Casa Rosada puso en primer orden la agenda de seguridad en la ciudad santafesina al punto que por el canal oficial no se transmitió ninguno de los dos actos públicos realizados en General Pueyrredon. Incluso, el propio concepto de “inauguración” del edificio del Intema generó múltiples comentarios en el mundillo político y periodístico, habida cuenta que en rigor las obras comenzaron en 2011 y en 2017 se realizó la primera mudanza del personal, con obras que continuaron hasta 2022.

En tanto, uno de datos políticos salientes fue la escasa presencia de referentes locales del Frente de Todos en los dos actos de Alberto. En el Intema se pudo observar al concejal Roberto “Tata” y al delegado local del Inaes, Facundo “Apache” Villalba, ambos del Movimiento Evita; y al exconcejal Balut Tarifa Arenas, hombre del círculo más próximo al director del Correo Argentino, Rodolfo “Manino” Iriart. En tanto, en Chapadmalal se volvió a observar a Gandolfi, esta vez junto a la secretaria de Deportes de la Nación, Inés Arrondo, funcionaria del ala “albertista”.

La ausencia de los exponentes del kirchnerismo marplatense alineados a Fernanda Raverta fue notoria, donde por caso los concejales priorizaron participar en las comisiones de trabajo del Concejo Deliberante por sobre un acto del Presidente. Otro había sido el criterio el pasado 27 de febrero con la llegada del gobernador Axel Kicillof, donde concejales postergaron la agenda legislativa para participar del encuentro sindical y la clausura de la temporada de verano que encabezó el mandatario bonaerense.

La licitación inoportuna

Licitar la construcción de obra pública, la provisión de servicios y compra de bienes en tiempos de alta inflación como los que se viven en el país, significa un trastorno para el Estado. A la complejidad para tener precios de referencia, se le suman los largos plazos en los cuales se tramitan las licitaciones, lo que suele desalentar a los proveedores. Incluso, para intentar afrontar esta problemática, esta semana el intendente Guillermo Montenegro dio a conocer un decreto donde se fija un esquema para la redeterminación de precios en los casos para la contratación de servicios y provisión de bienes con una duración mayor a seis meses.

Y por una mala jugada del destino, justo en la semana donde la gripe aviar ganó centralidad informativa, la Municipalidad dio a conocer una nueva licitación, por demás inoportuna: la compra de pollos congelados por una suma de $76.700.500. El presupuesto oficial fue confeccionado previo a que se registren los primeros casos en la región, por lo que quedaría desactualizado dada la disparada de los precios por el fenómeno que en Mar del Plata causó la muerte de unas 20 mil aves. El decreto que convoca a licitación para el 5 de abril fue firmado el pasado 6 de marzo, el mismo día en que se detectó el primer contagio en la ciudad.

 En la misa y en la procesión

Tras la apertura de sesiones realizada por el gobernador Axel Kicillof en la Legislatura bonaerense, como era de esperarse, la oposición salió a cuestionar los principales aspectos del discursos brindado por el gobernador. Un lugar central tuvieron los titulares de los bloques de Juntos, Maximiliano Abad en Diputados y Alejandro Rabinovich en el Senado, ambos ligados a la política marplatense.

El segundo, el más estrecho colaborador del intendente Montenegro, incluso denunció que no se permitió el acceso al Recinto de dirigentes de la oposición como Facundo Manes, Diego Santilli y Diego Valenzuela, quienes debieron seguir el evento desde el despacho de Abad. La primera foto que circuló mostraba un cuadro con la camiseta de Aldosivi, acaso en una toma de posición por uno de los dos principales clubes de fútbol de la ciudad de parte del precandidato a gobernador, confeso hincha de Boca.

 Cuando los primeros comentarios futboleros comenzaban a asomar en las redes, un vídeo publicado por el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, aportó una pantallazo más amplio del despacho del diputado en La Plata, donde también se observa la casaca de Alvarado junto al televisor donde los dirigentes de Juntos siguieron el discurso de Kicillof. Todos contenidos.

Luego de que se viralizara esa imagen, desde el equipo de prensa del gobernador distribuyeron una foto en la que aclararon que todos los diputados nacionales tenían lugar para sentarse dentro del recinto de debate. "El lugar estaba, pero ellos eligieron hacer su propio show", señalaron desde Gobernación.

 

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