“La situación no es tan grave para los citricultores como la describen, por eso tampoco lo es para la parte laboral. Sin embargo, sí lo es para la gente de barrio, para el trabajador, porque es el que más sufre. Los empresarios siempre sacarán ventaja de los problemas de los otros para tratar de obtener subsidios o créditos blandos”, aseveró Camejo.

El dirigente agregó que incluso entre las distintas entidades de productores se contradicen en cuanto a las hectáreas afectadas: “De lo que dijeron ni la mitad debe estar inundada”, aseveró.

Al mismo tiempo, sostuvo que la situación de los campos no devendrá en problemas laborales. “No afectará la citricultura, ya que es el 15 o 20 por ciento de lo que se está hablando”, finalizó Camejo en declaraciones a esta Agencia.

Desde la Federación Agraria Argentina (FAA) habían asegurado que las inundaciones habían afectado  unas 12 mil hectáreas, mientras que la Federación del Citrus de Entre Ríos (Fecier) aseguró que la cifra se reduce a 1500 hectáreas.