Si se destraban los contratos, la Argentina podría recibir más de 2 millones de dosis donadas por EE.UU.

Si se destraban los contratos, la Argentina podría recibir más de 2 millones de dosis donadas por EE.UU.

El Gobierno de Biden viene donando cargamentos con vacunas de Pfizer, Janssen y Moderna y la Argentina no los recibía.

Los expertos que siguen de cerca las negociaciones en Estados Unidos se lo venían advirtiendo a Clarín hace meses: todas las negociaciones argentinas en Washington para conseguir vacunas se iban a estrellar con la misma pared: sin un marco legal, nada. Ahora, con el decreto firmado por el presidente Alberto Fernández, la Argentina podrá destrabar las donaciones que la administración de Joe Biden está ofreciendo al mundo. Podría recibir más de 2 millones de dosis, según confiaron fuentes a esta corresponsal.

La Casa Blanca había anunciado en las últimas semanas una serie de millonarios cargamentos de vacunas para varios países de América latina y la Argentina, a pesar de su complicada situación sanitaria, quedaba afuera del reparto porque no tenía el marco regulatorio adecuado. Las tres marcas que ofrecía EE.UU. –Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson--, no tienen contrato en nuestro país. Si bien Pfizer tiene luz verde de la ANMAT, Moderna y J&J no han recibido la autorización del organismo sanitario.

Washington había anunciado la donación de más de 13 millones de vacunas para la región. Unas a través del mecanismo Covax (un órgano de reparto regido por la OMS) y otras en forma directa, para los países que las necesitaban de forma urgente. La gestión se avanzó en varios países, pero para Argentina no se anunciaba ni la cantidad ni las fechas en las que podría ser efectivizada la donación.

Las autoridades sanitarias de EE.UU. habían advertido que cada país debía tener un marco regulatorio y legal necesario para poder distribuir las vacunas y la Argentina aún no ofrecía nada.

En las últimas semanas, la Casa Blanca pisó el acelerador de la distribución en el continente. México ya ha recibido 1,3 millones de Johnson y Jonhson, Canadá un millón de Moderna, Colombia 2,5 millones de Moderna, Perú 2 millones de Pfizer, Brasil 3 millones de J&J, Paraguay un millón de Pfizer, Ecuador dos millones y Uruguay 500 mil. La Argentina veía pasar esa oportunidad de obtener millones de dosis gratis.

Argentina fue colocada segunda en la lista de las donaciones directas de la Casa Blanca, luego de Brasil. Los que negocian en Washington dijeron que esa era una señal de la prioridad de nuestro país y de la cantidad de dosis que recibirían. A Brasil le otorgaron 3 millones y fuentes que siguen el tema confiaron que en la negociación se habla de una entrega de más de 2 millones de dosis.

Nuestro país venía bregando por conseguirlas. No solo a través de las febriles gestiones del embajador Jorge Argüello en Washington, sino también desde Buenos Aires con la visita del asesor especial de Biden para la región, Juan González. También insistió en el tema el líder de la cámara de diputados, Sergio Massa, cuando estuvo reunido con varios funcionarios de esta capital. La respuesta siempre era la misma: sin un marco legal adecuado, era imposible.

Por eso, el líder del Frente Renovador buscó una salida a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que ofrece un instrumento legal para salvar ese escollo: una especie de “seguro de indemnidad” para que los países puedan negociar más fácilmente los contratos con los laboratorios. Podía haber sido una salida para evitar el DNU y lograr la salida de la ley en el Congreso.

Pero se ve que esa herramienta no fue aceptada. Quizás el Gobierno no haya querido aceptar ningún beneficio de manos del presidente del BID, Mauricio Claver Carone, que ocupó la jefatura del organismo ganándole al argentino Gustavo Béliz. Prefirió la firma de un decreto que podrá al fin destrabar el tema.

 

Paula Lugones

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