La deuda en pesos tensionó las relaciones entre JxC y el establishment

La deuda en pesos tensionó las relaciones entre JxC y el establishment

El mercado pide certezas de que no habrá otro reperfilamiento si hay cambio de signo político en las elecciones por el antecedente de Lacunza. Juntos por el Cambio no prevé un "escenario de cooperación".

La postura del equipo de economistas de Juntos por el Cambio (JxC) de no dar certeza sobre el futuro de la deuda en pesos, con el antecedente de reperfilamiento que tiene el exministro de Economía Hernán Lacunza, genera una fuerte tensión entre JxC y el establishment económico. Este lunes, el mercado reaccionó positivamente al anuncio del canje de deuda que realizó el ministro de Economía, Sergio Massa, para los vencimientos de la deuda en pesos entre marzo y junio de este año.

“Nos estamos peleando con todo el establishment por este tema, pero si no hacemos nada, Massa empapela el país y es presidente”, aseguró a Ámbito uno de los principales economistas de los candidatos a presidente del PRO.

De hecho, Javier Bolzico, presidente de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), salió públicamente a cruzar a Lacunza por Twitter. El domingo por la tarde, JxC acordó salir al mismo tiempo con críticas al canje de deuda.

Si bien fueron varios los economistas de JxC que salieron con la crítica, Bolzico no le contestó a Luciano Laspina, referente económico de Patricia Bullrich. Son amigos y hasta comparten oficinas en el mismo edificio. El banquero salió al cruce de Lacunza, dado que según fuentes del mercado no “olvidan” el default de la deuda en pesos en agosto del 2019, luego de que Cambiemos perdiera las elecciones primarias.

La crítica que hacen desde el sector financiero es que la explicación oficial en ese momento es que el reperfilamiento fue para no volver a poner el cepo cambiario, medida que semanas más tarde se terminó tomando. Además, recuerdan que la decisión rompió los contratos de fondos comunes de inversión, bonos y letras, y dañó a muchas empresas que tenían allí los fondos para capital de trabajo.

La posición del establishment es por un lado en contra de “romper los contratos” y que el Estado “honre sus compromisos”, pero también a favor de “preservar el crédito público como política de Estado”. Desde JxC creen que los bancos con el canje acceden a “condiciones tremendas”, y mientras se mantengan la restricciones al mercado cambiario, “cobran los intereses de la deuda encepada sin problemas”.

Según pudo saber este diario, fueron tres las causas que llevaron a que JxC volviera a hablar de la “bomba de pesos”. Por un lado, el mal dato de déficit fiscal de enero. Desde que asumió en agosto pasado, Massa llevó a cabo una baja real del gasto público, una corrección que llevó a un acuerdo implícito con JxC: la aprobación en “tiempo récord” del presupuesto 2023 en el Congreso y la expectativa en la oposición de que iba a hacer las correcciones fiscales. En ese momento, además, Massa negaba que fuera a ser candidato a presidente.

Sin embargo, aseguran que esa baja del gasto se da por “malos motivos”, como “licuarlo por inflación” o “pisar la caja”, en referencia a que parte del mal dato de déficit fiscal de enero se debió al pago de la deuda flotante. La oposición proyecta que el déficit fiscal terminará en 2023 en 3 puntos del PBI, y no 1,9% como está firmado con el FMI, debido al gasto electoral y el impacto de la fuerte sequía.

Hubo otro motivo que dinamitó un escenario de cooperación: “La moratoria previsional rebalsó el vaso. Quedamos mal con 800 mil jubilados que tenían la PUAM y esto costará 0,4% del PBI, por la mitad de un gasto así se debería caer el acuerdo con el FMI”, contó un importante economista del equipo de JxC.

Fuentes de la oposición aseguraron que no ven un acuerdo político al menos hasta después de las elecciones primarias. Aseguran que si se diera un posible escenario de convocatoria desde el Ministerio de Economía, los pedidos que llevarían es que se acelere la consolidación fiscal, a través del ajuste tarifario y la baja de planes sociales. “No pedimos que vuelvan a lo que dejó Cristina Kirchner en 2015 con 250 mil planes, sino al menos al 2019, con 500 mil”, afirmaron desde JxC. Actualmente hay 1,3 millones de Potenciar Trabajo. “Si no quieren ajustar el dólar, que está atrasado, al menos que hagan el ajuste fiscal”, agregaron.

Un tercer motivo de la “halconización” de JxC en materia de la deuda en pesos tiene que ver con la campaña electoral. Cerca de Mauricio Macri creen que mostrar “prudencia” repercute negativamente en una parte del electorado que los considera “Tibiemos” (en vez de Cambiemos), y que se puede fugar hacia Javier Milei. Del 41% de votos del 2019, consideran que al menos el 30% “los corre por derecha”.

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