Por  JUAN MANUEL COMPTE

Arcor ganó $ 8485,2 millones en el primer trimestre de 2022. El número es 42% superior a los $ 5965,52 millones que el gigante alimenticio que encabeza Luis Pagani registró al 31 de marzo del año pasado. El incremento en el beneficio supera el 14,8% interanual que, en pesos, subió la facturación, que ascendió a $ 95.296 millones.

 

"El crecimiento", explicó Arcor en su reseña informativa acerca de su aumento de ingresos, "fue traccionado, principalmente, por la recuperación de los volúmenes de ventas de los negocios en el exterior, que representaron el 31,4% de las ventas consolidadas del grupo".

En el primer trimestre, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de la Argentina acumuló un aumento del 16,1%. Es decir, que los ingresos de Arcor quedaron más de 1 punto por debajo de la inflación registrada hasta marzo.

El gigante de Arroyito es el mayor fabricante de golosinas de América latina; tiene 40 plantas en la región y sus productos se venden en todo el mundo

Dueño de marcas como Bon o Bon, Cofler, Águila y Tofi, Arcor es el mayor fabricante de chocolates de América latina. Con 40 plantas en la región, sus productos se venden en más de 100 países de todo el mundo. Además, elabora otras golosinas (como los caramelos Butter Toffees, Menthoplus, Top Line y Mogul), barras de cereales y snacks saludables (Cereal Mix, Natural Break), postres para preparar (Godet) y salsas, jugos y mermeladas (La Campagnola y Salsati). A través de un joint venture con la francesa Danone, tiene a su cargo la fabricación y producción de galletitas Bagley, que incluye las etiquetas Chocolinas, Sonrisas, Criollitas, Hogareñas, Rumba, Formis y Saladix. Incursionó en helados y, más recientemente, en pastas secas, y es el principal accionista (49%) de Mastellone Hermanos, la dueña de La Serenísima y mayor láctea del país.

BAJO LA MIRA DE FELETTI

Por su tamaño y diversificación, Arcor tiene una presencia en góndola que la hizo blanco fácil para quienes buscan culpables de la inflación. En octubre, de hecho, cuando Roberto Feletti asumió la Secretaría de Comercio y denunció resistencias de algunas alimenticias a no someterse al congelamiento voluntario de precios que terminó imponiendo, La Cámpora y otras agrupaciones afines al Gobierno lanzaron una campaña de hostigamiento -en principio virtual- contra el Gigante de Arroyito, que -además del escrache en redes- incluyó el llamado a un boicot sobre sus productos.

El Secretario de Comercio, Roberto Feletti, convoca recurrentemente a Arcor a las mesas con las que busca llevar adelante su meta: elaborar canastas

Arcor es una de las alimenticias que, en estos días, se sientan a la mesa de Feletti en las tensas audiencias que el funcionario intenta no hacer milagros -como confesó-, sino llevar adelante el objetivo central de su Secretaría, que no es bajar precios sino elaborar canastas de productos, tal cual develó públicamente en la víspera de la declaración pública de guerra a la inflación que hizo Alberto Fernández a mediados de marzo.

El mes pasado, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) emitió un dictamen que objeta la fusión entre Arcor y la estadounidense Ingredion, para conformar un productor regional de glucosa de maíz -y otros insumos alimencios- con ventas de u$s 300 millones anuales. Esa fusión se anunció en febrero de 2021 y se terminó de ejecutar en agosto, a punto tal que fue uno de los factores que contribuyó a mejorar los ingresos de Arcor en su balance del año pasado. La CNDC depende de la Secretaría de Comercio. Feletti difundió el dictamen días después de que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundiera que la inflación de marzo fue del 6,7%, la más alta desde la salida de la convertibilidad. "Esto se va a poner feo", avisó el funcionario.

Contra una inflación del 50,9% el año pasado, la facturación de Arcor creció 12,7%, a $ 301.186 millones. Subió 12% su negocio de golosinas y chocolates y el de alimentos cayó 8%. Pero, en el balance de su 70 aniversario, tuvo una ganancia final de $ 19.918 millones, casi el doble que en 2020. La razón principal, el menor ritmo de devaluación del peso (oficial). Eso hizo que su resultado financiero fuera positivo en $ 13.238,4 millones, contra una pérdida $ 9801 millones un año antes.

Esa dinámica se repitió entre enero y marzo de 2022. "En cuanto a la performance general del negocio, el resultado operativo al 31 de marzo de 2022 es de $ 8229 millones, aproximadamente", reseñó Arcor. Un año antes, había sido de $ 7,741 millones. "Cabe destacar que se ha producido una disminución en los márgenes de contribución debido al incremento de la estructura de costos y gastos consolidados", puntualizó.

"Finalmente, pese al deterioro de la performance operativa y en línea con lo observado durante el año pasado, el resultado final se ha visto favorecido por una reducción del cargo en los resultados financieros, generada principalmente por la apreicación en términos reales de la moneda en la Argentina", explicó el grupo. 

"La aceleración de la inflación por sobre la devaluación de la moneda ocasiona en los estados financieros el reconocimiento de una ganancia por diferencia de cambio y resultado por posición de moneda neta", agregó.

Por tal motivo, el resultado financiero neto, $ 3325,5 millones, duplicó el que obtuvo entre enero y marzo de 2021 ($ 1588,5 millones).

"Como consecuencia de lo antes descrito, se obtuvo un resultado final de $ 8485,2 millones", indicó Arcor, en sus estados financieros consolidadosd el primer trimestre de 2022.