Drástica caída del 22,2% en la actividad económica platense

La disminución acumulada del producto bruto de La Plata alcanza el 27% en los últimos dos años. Inmobiliarias, hoteles y restaurantes los sectores más castigados. Testimonios.

La actividad económica en la Ciudad registró otro revés. Durante el segundo trimestre de este año disminuyó un 22,2 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior, según el índice que dio a conocer el Laboratorio de Desarrollo Sectorial y Territorial de la facultad de Ciencias Económicas de La Plata. Según explicaron los autores y coordinadores del registro, la caída acumulada de la economía desde el segundo trimestre de 2018 hasta abril-junio 2020, es de un 27 por ciento, más de un cuarto del producto bruto de La Plata.

Las ramas con mayor nivel de caída son la actividad inmobiliaria, hotelería y restaurantes, y servicio doméstico. Las escrituras de compra venta cayeron 92 por ciento interanual en el segundo trimestre; en tanto que hotelería y restaurantes un 73 por ciento.

“Las ramas de mayor peso en la actividad nuevamente presentan caídas, esta vez de una magnitud más que considerable, lo que da cuenta de la frágil situación económica en la que se encuentra el Partido de La Plata”, aseguran en el informe.

A los más de dos años de caída consecutiva se le sumó el cierre forzoso de actividades producto de las medidas de aislamiento por COVID-19. Se resalta que por sus características productivas, La Plata encuentra un soporte en las crisis en su administración pública, educación y salud pública, que hacen mantener la demanda agregada. Sin embargo, en esta ocasión el soporte no ha funcionado porque la pandemia llevó a la necesidad de restringir la oferta (industria y negocios cerrados, restricciones para circular) lo que explica las caídas en los sectores industriales, comerciales, de construcción y transporte.

Además se resalta que el servicio doméstico, el comercio, la industria manufacturera y el transporte son las ramas de actividad que mayor aporte hacen a la caída: entre ellas suman casi la mitad de lo que cae en total la actividad económica de La Plata.

En los últimos dos años se desplomó más de un cuarto del producto bruto de La Plata

 

Las actividades cayeron fundamentalmente por las restricciones a la circulación, producto de la pandemia. En ese período estudiado, abril a junio 2020, se dieron las mayores restricciones reales de circulación.

Los salarios de la administración pública y el sector bancario son los únicos que presentaron variaciones de actividad levemente positivas, aseguran en el estudio. El primero tuvo un saldo a favor del 2 por ciento, y el segundo, los bancos, del 0,1 por ciento.

A las inmobiliarias, hoteles y restaurantes, que tuvieron fortísimas caídas en la actividad, le siguieron servicios comunitarios y servicio doméstico, con 68,9 por ciento en baja, construcción con el 63,8 por ciento, transporte (55,8 por ciento), y comercio de autos (53,2 por ciento).

COMPARACIONES PREOCUPANTES

El último trimestre con superávit fue el primero de 2018, con 2,6 por ciento. Luego comenzó la caída consecutiva. Tras el primer trimestre negro de abril-junio 2020, con el 22,2 por ciento, el peor es el cuarto trimestre de 2018, con el 10,7 por ciento, y en el podio negativo ingresa el primer trimestre de 2019, con el 9,6 por ciento.

Pero también preocupa si se compara la caída del producto bruto de la Ciudad. En la sumatoria del segundo trimestre de 2018 al segundo trimestre de este año da un índice negativo del 27 por ciento. Con respecto a registros nacionales, durante 2002: en el primer trimestre de ese año crítico para la economía fue del 16,3 por ciento en comparación con el mismo trimestre de 2001.

Mirta Líbera, martillera, presidenta de la Cámara Inmobiliaria de la provincia de Buenos Aires (CIBA), comentó que “nuestro sector, antes de esta extensísima cuarentena, venía con un proceso de crisis de más de un año. La cuarentena fue el golpe de gracia, letal, porque provocó un agravamiento muy significativo, a tal punto que algunos pidieron la baja, lo que significa el cierre. Otros están pasando esta etapa con muchas dificultades para cumplir con los compromisos”.

También remarca que “en las últimas semanas se notó una ligera reactivación producto de la baja de precios en la oferta, y la decisión de personas que tenían ahorros guardados y ven una oportunidad ahora con los actuales valores”. Líbera también menciona un factor de riesgo: “comprar lotes, que reactivaron un poco el rubro, se torna una medida de cierta vulnerabilidad por el peligro de las usurpaciones, un tema que preocupa cada vez más a la Ciba”.

A su vez agregó: “Falta mucho para equilibrar. Los vaivenes cambiarios y la incertidumbre que genera las contradicciones por las medidas del gobierno, mas la vulnerabilidad de derechos no colabora para la reactivación del sector”.

Para Fernando Magno, presidente de Apymeco, “la actividad de la construcción de obras privadas cumplió seis infinitos meses de paralización. Las pymes constructoras están en una situación de subsistencia crítica y algunas en estado terminal”.

“Debido a la inhabilitación por la pandemia, la construcción de obras privadas tuvo una disminución de la actividad del orden del 94 al 96 por ciento. El 4 ó 6 por ciento restante se justifica en la actividad de la obra pública que no fue paralizada, pero que tampoco tuvo reinicio importante de obras”, agregó Magno, quien también dijo: “Es de las actividades más golpeadas por la crisis económica generada por la pandemia. Debemos tener en cuenta que por ser una actividad multiplicadora, también genera este arrastre negativo a todas las actividades complementarias de la construcción”.

Por su parte, Alberto Catullo, presidente de la Asociación Amigos de Calle 12 y titular de la comisión de centros comerciales de la Federación Empresaria de La Plata (Felp), expresó que “el golpe de la crisis en los comercios se ve en los porcentajes estadísticos y se siente cada vez con más fuerza en la calle, en cada local que aún se mantiene en pie. Para el rubro indumentaria fue tremendo. La cuarentena quebró los hábitos que llevaban a renovar la vestimenta. Por ejemplo, colegios y reuniones sociales, por citar dos cosas. Pronto se viene la temporada de verano, y no se sabe qué se podrá hacer para las vacaciones. Lo único que tenemos es creciente incertidumbre”. Según el índice económico local, la baja interanual en el comercio minorista fue del 42 por ciento, ubicada en el puesto 7 entre los rubros más castigados.

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